Así, ha advertido de que «por los principios en que está inspirado, es merecedor de la más enérgica repulsa de esta Cámara, y por ello hemos formulado nuestra propuesta de veto».
Marín ha justificado el veto de VOX, que es una «obligación» porque «no pretenden preservar ni recuperar la memoria ni la Historia, sino erradicar la memoria de una parte de nuestro pueblo, y la imposición totalitaria de un relato único y falaz del siglo XX español que contribuya a configurar la hegemonía ideológica de la izquierda y los separatistas en la sociedad actual». Para ello, «capitalizan con desvergüenza e hipocresía el recuerdo de las víctimas de la Guerra y la posguerra, y en alentar la división entre los españoles», ha denunciado.
Respecto a las medidas relativas a las víctimas, «éstas no tienen valor moral alguno», porque, tal y como ha denunciado el senador Marín, «no responden a ningún verdadero propósito humanitario ni de reparación, sino que utilizaa groseramente su recuerdo para obtener rendimiento político en forma de una total hegemonía cultural de su proyecto ideológico».
Así, ha preguntado a la izquierda si de verdad consideran que «vamos a creer que les preocupa la memoria de las víctimas, cuando están, literalmente, exterminando todo el recuerdo público de los caídos del bando nacional». «No han respetado a los muertos en combate, lo que ya es grave, pero tampoco a los asesinados por el Frente Popular».
Y no ha olvidado que es un Proyecto de Ley que sale adelante «de la mano de Bildu», una formación que «sigue sin condenar el terrorismo. No saben la infinita repugnancia que nos da ver hablar de dignidad de las víctimas en un texto apoyado por los proetarras». «Es imposible no recordar casos como el de Manuel Albizu en Guetaria o el de Jesús Ulayar en Echarri-Aranaz, asesinados por ETA, y en cuyo recuerdo en el lugar del crimen, por cortesía de las autoridades municipales batasunas, se colocaron contenedores de basura. Con estos compañeros de viaje se nos viene a hablar de dignidad de las víctimas».
Luces y sombras
El senador ha reivindicado la Historia de España, «con sus luces y con sus sombras». «Exaltamos con orgullo nuestras glorias, para que sean ejemplo de las generaciones actuales y futuras en el trabajo por una España mejor. Pero tampoco dejamos de recordar los errores y los hechos tristes del pasado, y en este sentido son especialmente dolorosos son los sucesos de las luchas civiles de nuestra historia», ha asegurado.
Además, ha recordado a la bancada de la izquierda que «los españoles de hoy somos igualmente descendientes y herederos de los Comuneros y de los realistas de Carlos I; de los borbónicos y de los austracistas; de los carlistas y de los liberales; y, por supuesto, de las dos Españas que se enfrentaron en la Guerra Civil de 1936». Es por ello que, en VOX, tenemos «afiliados y votantes descendientes de quienes que integraron los dos bandos de la Guerra Civil». Por ello, ha recordado a la izquierda que «no tienen la exclusiva de la representación de los descendientes de las víctimas del bando perdedor en la Guerra Civil». Es más, «muchos de ellos están con nosotros, compartiendo la lucha por una España unida en paz y concordia».
Así, ha abogado por examinar los episodios históricos desde «la verdad, el rigor y la imparcialidad». Es decir, «todo lo contrario de lo que hacen los impulsores del Proyecto de Ley». Porque «la falsedad de las premisas del Proyecto de Ley afecta principalmente a dos aspectos, el de la interpretación de la Historia reciente de España, y el de los objetivos que dice perseguir esta iniciativa legislativa: la visión que ofrece del siglo XX español, e incluso del XIX».
Y es que este Proyecto de Ley ofrece una «visión simplista, maniquea, sectaria y, por encima de todo, falsa, basada en falacias históricas que por su simplicidad grosera pueden ser útiles como propaganda, pero que no resisten el contraste con los hechos históricos».