La Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó este miércoles una resolución en la que exige a la Federación de Rusia que “retire de inmediato, por completo y sin condiciones todas sus fuerzas militares del territorio de Ucrania dentro de sus fronteras reconocidas internacionalmente”.
El documento, patrocinado por más de 90 países, obtuvo 141 votos a favor, cinco en contra -Rusia, Bielorrusia, Siria, Corea del Norte y Eritrea-, y 35 abstenciones . El voto se llevó a cabo luego de más de dos días de un debate en el que casi 120 representantes coincidieron en la necesidad de una solución pacífica a la crisis, aunque desde diferentes perspectivas.
Las resoluciones de la Asamblea General no son vinculantes, pero reflejan la posición de los 193 Estados miembros de la ONU. La sesión de especial de emergencia y la decisión de la Asamblea se producen después de que el viernes pasado Rusia vetase una resolución en parecidos términos que habría permitido al Consejo tomar medidas, entre ellas las militares, para obligar a su cumplimiento.
Además de la retirada militar rusa, el texto adoptado exige a ese país que ponga fin de inmediato al uso de la fuerza contra Ucrania y que revierta sin condiciones la decisión de reconocer la independencia de Donetsk y Luhansk.
Del mismo modo, estipula que Rusia debe abstenerse de recurrir a cualquier otra forma ilícita de amenaza o uso de la fuerza contra cualquier otro Estado Miembro.
Otra exigencia de la Asamblea es que todas las partes permitan el paso seguro e irrestricto a quienes busquen salir del país, que faciliten la entrada y distribución de asistencia humanitaria, que protejan a la población civil sin distinciones de ningún tipo, y que respeten los derechos humanos.
Deplora la participación de Bielorrusia
El texto “deplora en los términos más enérgicos la agresión de Rusia contra Ucrania”, que contraviene la Carta de las Naciones Unidas y condena las violaciones del derecho internacional humanitario y los abusos de las garantías fundamentales.
Por otra parte, deplora “la participación de Bielorrusia en este uso ilícito de la fuerza contra Ucrania y exhorta al país a que cumpla sus obligaciones internacionales”.
La resolución dispone que todas las partes cumplan plenamente sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario para no atacar ni dañar a la población ni a los bienes de carácter civil, que no ataquen bienes indispensables para la supervivencia de los civiles y que respeten al personal y suministros humanitarios.
La Asamblea General también exhortó a las partes a que cumplan los acuerdos de Minsk e insta a la resolución pacífica del conflicto entre Rusia y Ucrania “mediante el diálogo político, las negociaciones, la mediación y otros medios pacíficos”.
En otro punto, acoge con beneplácito los esfuerzos continuos del Secretario General de la ONU, los Estados miembros y diversos organismos internacionales por distender la situación y promover el diálogo.
En el texto previo a las estipulaciones, la resolución explica que toma esas previsiones “condenando la declaración hecha por la Federación de Rusia el 24 de febrero de 2022 de llevar a cabo una ‘operación militar especial’ en Ucrania, al igual que la decisión rusa “de mejorar el nivel de preparación de sus fuerzas nucleares”.
Ucrania necesita la paz y el mundo la exige
Inmediatamente después de la votación, el Secretario General, quien estuvo presente durante toda la sesión al lado del presidente de la Asamblea, salió unos momentos de la sala para dirigirse a la prensa.
“La Asamblea General ha hablado. (…) El mensaje es alto y claro: Poner fin a las hostilidades en Ucrania, ahora. Silencien las armas, ahora. Abra la puerta al diálogo y la diplomacia, ahora”, declaró António Guterres.
Agregó que no hay tiempo que perder porque si bien los efectos brutales del conflicto ya son evidentes, la situación puede empeorar mucho más para la población ucraniana.
“La resolución de hoy refleja una verdad fundamental. El mundo quiere poner fin al tremendo sufrimiento humano en Ucrania”, enfatizó.
Guterres planteó nuevamente su preocupación por las consecuencias regionales y mundiales que el conflicto entre Rusia y Ucrania puede tener en términos de paz y seguridad.
En otra línea, el titular de la ONU hizo hincapié en la rápida movilización de fondos para las operaciones humanitarias en Ucrania y sus países vecinos y recalcó la enorme generosidad internacional observada ayer en la respuesta al llamamiento a recaudar recursos para brindar asistencia vital a la población afectada.
Con ese dinero, las agencias de las Naciones Unidas podrán aumentar la entrega de suministros médicos y de salud, alimentos, agua potable, refugio y protección.
“De cara al futuro, continuaré haciendo todo lo que esté a mi alcance para contribuir a un cese inmediato de las hostilidades y negociaciones urgentes para la paz. La gente en Ucrania necesita desesperadamente la paz. Y la gente de todo el mundo la exige”, concluyó el Secretario General antes de volver a la sala de la Asamblea.
Intervención “no provocada”
Antes de la votación, la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, una de las últimas oradoras del debate, instó a Rusia a detener su intervención “no provocada” en Ucrania y llamó a Bielorrusia a dejar de apoyar y facilitar la agresión.
Linda Thomas-Greenfield acusó a Rusia de violar las leyes internacionales y recordó que el trabajo de los Estados reunidos en la Asamblea General es detener la guerra.
La diplomática estadounidense responsabilizó a las fuerzas rusas de lanzar ataques contra la población e infraestructura civil y abogó por el bienestar de los refugiados, sin ninguna distinción, en los países que los están acogiendo.
Ucrania y Rusia
El representante de Ucrania, Sergiy Kyslytsya, presentó la resolución al pleno antes de proceder al voto pidiendo apoyo para el texto y afirmando que Rusia está cometiendo un genocidio en su país.
Kyslytsya agradeció además las expresiones de solidaridad mundial y la acogida de refugiados en los países vecinos.
También antes de la votación, el embajador de Rusia, Vassily Nebenzia, denunció la presión ejercida por los países occidentales sobre muchos Estados para que votaran a favor y exhortó al pleno a no apoyar el documento, argumentando que no contribuiría al fin de la operación militar sino que exacerbaría a los nacionalistas radicales ucranianos que tienen como rehén a los civiles y que no son mencionados en la resolución.
Nebenzia refutó categóricamente las acusaciones de bombardeos en áreas civiles, llamó a no caer en la trampa de la información falsa, y acotó que quienes verdaderamente están interesados en Ucrania entienden el origen de la situación.
La resolución no alude a las preocupaciones de seguridad de las partes
Tras la votación, numerosos representantes explicaron el porqué de la posición de sus países con respecto a la resolución.
China, uno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad se abstuvo de respaldar el texto, como lo había hecho en ese órgano resolutivo. Su embajador expuso la falta de consultas con todos los Estados miembros para la redacción del documento, una imputación compartida por Sudáfrica, que también se abstuvo diciendo que hubieran preferido un proceso abierto y transparente para su elaboración.
Otro punto destacado por China fue la falta de profundidad de la resolución en cuanto a las preocupaciones de seguridad de las partes, que son causa del conflicto, por lo que llamó una vez más a abandonar la mentalidad de Guerra Fría y a no extender los bloques militares ni a reforzar la seguridad de Europa a costa de la seguridad rusa.
La falta de mención de la seguridad de los países involucrados también dejó inconformes a Sudáfrica -que las resaltó como origen del conflicto- y a Brasil.
El país sudamericano señaló que si bien votó a favor por estar del lado de la paz, la resolución se queda corta al no abordar esas preocupaciones. Más que la retirada de las tropas, es eso lo que hace falta para resolver pacíficamente el conflicto, aseveró su representante.
Como China, India fue otro país que se abstuvo en el Consejo de Seguridad y en la Asamblea General y que se manifestó a favor de una solución pacífica y la entrada de ayuda humanitaria, y urgió a “todos los Estados miembros a mostrar su compromiso con los principios de la Carta de la ONU”, respetando la soberanía e integridad de “todos los Estados”.
En el mismo tenor, la representante de los Emiratos Árabes Unidos -nación que se abstuvo en el Consejo de Seguridad- subrayó que su país votó a favor en esta ocasión, pero que su convicción es que la solidaridad no significa preocuparse por resolver los conflictos en algunas zonas del mundo e ignorar los de otros lugares, donde llevan mucho tiempo devastando países.
Votos en contra
Entre los votos en contra, Eritrea y Siria detallaron el motivo de esta decisión. Eritrea dijo haber rechazado el texto por estar en contra de las sanciones unilaterales que se vienen imponiendo a Rusia, que son ilegales y contraproducentes. Sostuvo que lo que se necesita es resolver los problemas de seguridad de los países enfrentados y que esas imposiciones lejos de solucionarlos, los agudizan. El representante eritreo abogó entonces por una solución diplomática.
Siria, por su parte, enfatizó la doble moral -un aspecto aludido por otros países, como Saint Kitts-Nevis, aunque éste votó a favor- de algunos miembros de la comunidad internacional que en el caso de Ucrania se apresuran a pedir la retirada de Rusia, mientras que durante décadas han permitido la ocupación israelí de los Territorios Palestinos y de los Altos del Golán.