La sexta ola del COVID-19 ha supuesto para la sanidad un incremento importante de la actividad asistencial para la sanidad madrileña. La menor gravedad de la infección por la variante Ómicron y su mayor contagiosidad ha propiciado un aumento exponencial de los casos en un corto periodo de tiempo, cuyo manejo se ha desarrollado fundamentalmente en la Atención Primaria. El sindicato advierte que los centros de salud de la Comunidad de Madrid están colapsados desde la tercera semana de diciembre debido a que una gran parte de la actividad que se ha desarrollado en los centros de salud no está justificada por la necesidad de atención clínica de las personas infectadas, sino por la actividad burocrática que supone la gestión de las bajas (incapacidad laboral IT) a los infectados.
Casi cuatro semanas después del inicio del colapso, las autoridades han anunciado “un nuevo procedimiento para tramitar simultáneamente las bajas y altas laborales de aquellos ciudadanos asintomáticos contagiados de COVID-19, que deberán permanecer únicamente siete días de aislamiento en sus domicilios”. Desde CSIT Unión Profesional, Sindicato representativo entre los profesionales de la sanidad pública de la Comunidad de Madrid, consideran que este nuevo procedimiento llega tarde y es incompleto, dado que:
· La gestión de la baja la siguen haciendo mayoritariamente los médicos de familia de los centros de salud. Hemos de recordar que en otras comunidades autónomas esta gestión la realizan los servicios de Inspección sanitaria.
· Este procedimiento se limita exclusivamente a los pacientes con COVID asintomáticos, olvidándose que gran parte de los infectados padecen síntomas leves y, mayoritariamente, esos pacientes van a tener una evolución similar los asintomáticos, con curación en un periodo de tiempo inferior a siete días. Al excluirles de esta posibilidad de gestión automática de la baja y el alta, estos pacientes van a requerir al menos dos consultas con su médico de familia para gestionar su baja laboral/incapacidad temporal (IT).
· Al no haber reforzado suficientemente las Unidades de Atención Covid (UACov) con personal facultativo para que puedan asumir también la tramitación de las bajas laborales, este procedimiento sigue sin solucionar el problema de la saturación de trabajo administrativo que generan las tramitaciones de las IT para los profesionales sanitarios.
CSIT considera que estas medidas son insuficientes, tal y como lo fueron las que anunció la Consejería para disminuir la carga asistencial de atención primaria (puntos de toma centralizada de muestras respiratorias, potenciación del autodiagnóstico, refuerzos con profesionales sanitarios, no facultativos de las Unidades específicas de Atención COVID-19 -y con personal no sanitario los centros de atención personalizada-CAP-), cuando no tuvo en cuenta el volumen de solicitudes de tramitación de bajas laborales que requería la población. Entonces, las unidades UACov al no haberse reforzado con el suficiente número de profesionales para abordar la ingente cantidad de trabajo, se vieron desbordadas y esta actividad de tramitación de bajas, volvía a derivarse a los centros de salud.
En estos centros, las agendas de los profesionales, principalmente de los médicos de familia, ya estaban saturadas y este exceso de actividad acabó colapsando la atención primaria a partir de la tercera semana de diciembre. Los profesionales continúan soportando esta sobrecarga y exceso de trabajo para atender de la mejor manera posible a los pacientes, aunque con ello pudieran estar poniendo en riesgo su salud y, a medio plazo, la de la población madrileña.
Vista la falta efectividad de las medidas que anuncia y aplica la Comunidad de Madrid, desde CSIT señalan que el colapso de los centros de salud va a continuar durante las próximas semanas, por lo que vuelven a reclamar a la Consejería de Sanidad medidas efectivas que permitan a los profesionales dedicar tiempo a los pacientes que demandan asistencia sanitaria, por COVID o por otros motivos, que realmente requieren una atención clínica.