Leo que han aumentado un ¡¡42%!! las llamadas sobre suicidio al Teléfono de la Esperanza en España, dichosos ellos que tienen dicho teléfono, y que el ¡¡55%!! de las llamadas son de mujeres, y que un ¡¡25%!! de las mujeres que llaman tienen entre ¡¡46 y 55 años!!.
La OMS recomienda hablar sobre la llamada "pandemia silenciosa", para visibilizar este problema y tratar de sensibilizar a la población sobre la importancia que tiene cuidar la salud mental. Tras el "shock" producido en España con la muerte de Verónica Forqué Vázquez-Vigo, el Ministerio de Sanidad también ha comenzado a promover que se converse abiertamente sobre esta cuestión, que hasta hace poco era considerada un tema tabú en la sociedad. Tal y cómo escribe una gran amiga, en su página de Facebook, "El meu respecte més absolut als que no suporten més la soledat i la tristesa (i segurament la irrellevància després dels anys de fama, diners i felicitat) i decideixen acabar amb la seva vida. Crec també que no es pot portar gent trencada a la televisió (per anomenar televisió aquesta oligofrènica competició culinària) i menys en una cadena que, se suposa, és un servei públic. També crec que la línia entre el “Mira la pobra fent el ridícul a la tele” i el “Déu meu, ¿què ha pogut passar?” és terriblement fina". (Fin de la cita).
Habría que empezar por preguntarse por qué está empeorando todo. ¿Por qué todo esto nos ha cambiado a todos, o casi todos. Nuestra manera de ver la vida, nuestro carácter, nuestra manera de echar de menos por culpa de la actual situación? ¿Por qué no deberíamos vivir como antes de la pandemia? ¿Por qué esto no se acaba de una maldita vez? ¿Por qué estamos hasta hartos de nosotros mismos, de los demás o suspiramos por alguien a quién no podemos ver? ¿Por qué estamos tan confundidos y tan incómodos? ¿Por qué todos o casi todos tienen miedo de que el mundo no volverá a ser el mismo? ¿Por qué nadie o casi nadie sabe algo con certeza, o tiene un mapa que nos indique el camino? La respuesta a todas estas preguntas bien podría ser que todos fuesemos más "amables" y que nos tratásemos mejor a nosotros mismos, a las personas que queremos y a los demás, porque si no, ¿qué otra cosa nos queda?
En el Lac Léman, Genève, Suiza, se encuentra la escultura del artista rumano Albert György, llamada "El vacío del alma o Melancholy", que refleja el gran espacio vacío que nos deja el dolor, ante la pérdida de un ser querido, creo que en su caso fue la pérdida de su mujer, pero no lo sé del todo seguro, o cuando las personas hemos perdido la "esperanza", el "norte" y hasta la "brújula". Y no nos podemos olvidar de nuestros jóvenes y niños. Un joven nacido en el año 2000, desde que tiene uso de razón sólo ha escuchado la palabra "crisis" desde el 27 de febrero de 2007. Pero es que un niño nacido en 2013, 2014, 2015, 2016 o 2017, ¿qué debe estar escuchando por sus orejitas? ¿Qué mundo les vamos a dejar los que ya tenemos una cierta edad? ¿Qué esperanzas deben de tener ellos? ¿Que van a ser la primera generación, fuera de tiempos de guerra, que van a vivir muchísimo peor que sus padres? ¿¡¡Eso es lo que les vamos a dejar!!?
Ayer un buen amigo que trabaja en un medio español me mandó la imagen que aparece encima y es que hoy, 19 de diciembre, "La Marató", el programa solidario de TV3 y Catalunya Ràdio, está dedicado a todas aquellas personas con problemas de salud mental comunes, que afectan a un ¡¡25%!! de la población en algún momento de la vida, ahora aún más, y que tiene un elevado impacto social, sanitario y en la calidad de vida de todos los afectados y su entorno. Depresión, ansiedad, trastorno bipolar, esquizofrenia, trastornos obsesivos compulsivos, trastornos de neuro-desarrollo, como el TDAH, que es el trastorno del espectro autista o los del aprendizaje, trastornos de personalidad, de la conducta alimentaria o adicciones, son algunos de los problemas de salud mental que centrarán la trigésima edición de "La Marató". Aquí va mi contribución.
Nadie sabe a ciencia cierta ni cuándo, no cómo va a acabar la pandemia. (Por los menos ya hace días que no aparecen todos aquellos que tenían "Bolas de Cristal" con soluciones mágicas para la época postpandemia. Algo es algo). Yo soy de los convencidos que tendremos que aprender a convivir con ella durante algunos años, hasta que se encuentre el "verdarero remedio", y que mientras la máscara, la distancia social y la higiene de manos siguen siendo nuestras mejores defensas, pero si nos atenemos a las palabras de la química, viróloga, inmunóloga e investigadora científica del CSIC, Centro Superior de Investigaciones Científicas, e investigadora científica del CBMSO, Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, Margarita del Val Latorre, "Nos infectaremos todos, así que mejor que nos pille vacunados".
La GRAN Audrey Kathleen Ruston, más conocida artísticamente como Audrey Hepburn, dijo que: "con el tiempo y la madurez, descubrirás que tiene dos manos: una para ayudarte a ti misma y otra para ayudar a los demás".
Qué palabra tan preciosa: "¡¡Ayudar!!". Y que poco se pone en práctica. ¡¡Qué lástima!! Si todos pusieramos un poquito de nuestra parte, tan sólo un poquito, el mundo sería un lugar muchísimo mejor. ¡¡Seamos como el colibrí!!
Intenten ser felices.