Ya van dos semanas de gran tensión en Afganistán, desde que los talibanes pusieran al país el jaque. Amenazaron con provocar atentados, y ya lo han cumplido. El más reciente ha ocurrido este jueves cerca del aeropuerto de la capital y ha dejado, al menos, 80 decesos y más de 150 heridos, según han informado la BBC y The Wall Street Journal.
De los fallecidos, 60 eran afganos y 13 eran militares estadounidenses, lo que ha provocado la ira de su presidente, Joe Biden. Este ataque se ha considerado un acto terrorista suicida: un talibán se ha inmolado aprovechando la multitud concentrada en los alrededores del aeropuerto, esperando ser evacuados. Un segundo artefacto explotaba cerca, en el Hotel Baron. Después del doble ataque, voluntarios y personal sanitario trasladaron a varios heridos a un hospital en Kabul.
El plazo, a punto de agotarse
Se ha confirmado que, entre los fallecidos y heridos, había milicianos estadounidenses y afganos, que protegían el aeródromo. A pesar de que Washington llevaba días advirtiendo de que este ataque podría ocurrir en cualquier momento y pedían a las personas que no se acercaran, ha terminado por ocurrir. También entre los muertos están varios niños, que no han podido sobrevivir. A la espera de que se agote el plazo que los talibanes dieron a EE.UU., que acaba el próximo martes, 31 de agosto, el Pentágono no se ha pronunciado de cara a una negociación para extenderlo. En el momento del atentado, Joe Biden se encontraba en medio de una reunión con los miembros de la seguridad nacional.
Además, Biden se vio obligado a posponer el meeting programado al mediodía (hora EE.UU.) con el primer ministro israelí, Naftali Bennett.
“Os vamos a cazar y vais a pagar”
Biden se ha conmocionado ante el terrible suceso y ha advertido a los talibanes públicamente: “A quienes dañen a EE.UU., os digo: no os vamos a perdonar, no lo vamos a olvidar. Os vamos a cazar y vais a pagar”. Y proseguía: “Vamos a responder con fuerza en el lugar que sea. EE.UU. no será intimidado”.
El jefe del Comando General Central, Kenneth McKenzie, ya había alertado a las fuerzas de EE.UU. que se preparasen para poder defenderse ante posibles ataques del ya declarado Estado Islámico de Afganistán. De hecho, el propio EI ya ha reivindicado la autoría del doble atentado, a la vez que han culpado a EE.UU.
Mientras tanto, España ha anunciado que cierra su misión de evacuación, tras haber rescatado a 2.200 personas. Los dos últimos aviones que trasladan a nacionales y colaboradores afganos acaban de llegar a la base militar de Torrejón, así como el contingente humanitario, que se desmantelará la semana que viene, según ha confirmado el presidente Pedro Sánchez.
Otras naciones también han anunciado que terminarán con la acogida de refugiados, entre ellos Reino Unido, Francia y Bélgica, mientras que Alemania ya terminó el pasado jueves. El atentado ha precipitado esta decisión unánime.