El ministro de Exteriores de Argelia, Ramtam Lamamra, ha anunciado este miércoles la ruptura de las relaciones diplomáticas con Marruecos. Esta decisión se venía prediciendo desde hace unos meses, ya que Rabat normalizó sus relaciones con Israel y ejerció más presión para “discriminar” a los gobiernos que no reconocieran la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental.
Por otro lado, el presidente argelino, Abdelmedjid Tebboune, recibió un informe del Alto Consejo de Seguridad, que nombró a dos grupos opositores que reciben el apoyo marroquí y que la capital, Argel, considera grupos terroristas.
La rivalidad entre Argelia y Marruecos supera el ámbito político y llega al tecnológico, ya que el primero acusa a su vecino de haber recibido el pasado 11 de agosto al ministro israelí de Exteriores, Yair Lapid, a pesar de ser el país creador de un virus informático, el “programa Pegasus”, que espía a políticos, periodistas y activistas.
Una disputa histórica
Ambos países se han disputado desde hace décadas la región del Sahel y el Magreb. Tras una cruenta guerra civil a principios del siglo XXI, Argelia se erigió como la principal potencia de la zona, cuando gobernaba Abdelaziz Bouteflika. Europa se ha situado tradicionalmente, más cercano a Argelia y, ambos se han beneficiado de las reservas naturales del gas y el petróleo.
De igual manera, Rusia apoya a Argelia y ha mediado de forma exitosa en los conflictos del Sahel, una región inestable, caldo de cultivo para el yihadismo y la pobreza. No obstante, la Unión Europea está preocupada, ya que el Magreb es un vecino muy cercano. Si bien Marruecos se fortaleció tras la crisis económica que sufrió Argelia en 2014, que desplomó el precio del petróleo y, el apoyo de Donald Trump a Marruecos, ahora la situación vuelve a ser favorable para Argelia.
La difícil postura de España
La relación de España en este conflicto es indudable, puesto que, tras la muerte de Francisco Franco, el Sáhara Occidental se convirtió en el apoyo más fuerte del Frente Polisario, desde que el rey Hassan II de Marruecos, ocupara la que era colonia española. Argelia es un firme defensor del referéndum de autodeterminación que, 30 años después, no se ha llegado a celebrar. Trump anunció en 2018 que ya no cabía la posibilidad de la independencia saharaui, sino una amplia autonomía.
Recientemente, el ministro de Exteriores marroquí, reconoció que la raíz del conflicto diplomático con España no es el Frente Polisario, sino el Sáhara Occidental. Hace poco, se conoció que el líder del Frente, Brahim Gali, fue atendido en un hospital de Logroño, pero Rabat afirmó que “la crisis no está limitada a un solo hombre”. Mientras, la frontera con Ceuta es un punto conflictivo, donde miles de subsaharianos y marroquís entran de forma ilegal en España.