Los talibanes rodearon la ciudad de Mazar-i-Sharif, lo que les permitió adentrarse en Kabul en la madruga del 15 de agosto. Hace pocos días se anunciaba que los talibanes habían tomado numerosas ciudades de Afganistán y se avecinaba la toma de Kabul, pero ha sorprendido la rapidez.
Las autoridades locales están tratando de llegar a un acuerdo pacífico con los rebeldes, dado que estos, no tienen la intención de “entrar por la fuerza” en Kabul. Unas imágenes reveladas por Al Jazeera muestran a los talibanes en el Palacio presidencial, después de que el presidente, Ashraf Ghani, se diera a la fuga. El portavoz de los insurgentes, Zabihulá Muhayid, declaró en redes sociales que “todas las partes del país ya están bajo control del Emirato Islámico”.
Los talibanes están rodeando Kabul, pero parece que no se quieren arriesgar a producir un enfrentamiento abierto, al tratarse de la capital. El deseo de los rebeldes es que se reconozca su autoridad dentro del país, pero el presidente afgano ha pedido refuerzos para contener a los muyahidines.
Un paso atrás en los logros conseguidos en las últimas dos décadas
El sábado, Ghani envió un mensaje televisado a su población en el que informaba del inicio de las conversaciones con líderes locales y aliados internacionales para encontrar una solución duradera y pacífica. Ahora la prioridad del Gobierno es enviar y movilizar tropas donde están los talibanes –a 40-70 kilómetros de Kabul, según diversas fuentes.
La situación por la que atraviesa el Gobierno es complicada, puesto que, en menos de una semana, los talibanes se han hecho con el norte, oeste y sur de Afganistán. Incluso, se ha especulado que Ghani podría abandonar la presidencia, quien ha mostrado su rechazo a otra guerra que provoque muertes innecesarias, destrucción y atraso de los logros conseguidos en las últimas dos décadas.
Kabul sumida en el caos
Para los talibanes, esto es un motivo de triunfo y, según fuentes, “están desfilando con sus vehículos y motocicletas, disparando al aire para celebrar”. Los rebeldes han tomado también el sábado otras dos ciudades próximas a Kabul: la provincia de Logar, al sur de la capital y, la provincia de Paktika junto con su capital, Sharana.
A pesar de que ambas provincias fueron tomadas “sin disparar una bala”, gracias a la mediación de los líderes tribales, las autoridades políticas fueron expulsadas y la población vive bajo la incertidumbre. Ante este escenario, Estados Unidos ha enviado a 3.000 soldados para garantizar la evacuación de sus diplomáticos en Afganistán, que han llegado entre el sábado y el domingo pasados. Mientras, el personal de la Embajada de EE.UU. quiere destruir documentos sensibles y símbolos americanos que podrían ser utilizados por los talibanes con fines propagandísticos. Mientras, los civiles tratan de huir desesperadamente y la escena en Kabul es caótica.