Reivindica la exitosa norma del PP que se aprobó con el consenso del Consejo Europeo y revalorizó la pensión media en un 16%, a la par que alerta de que los 70.000 millones de ayuda europea se van a repartir “a dedo” entre las empresas subiendo al mismo tiempo 80.000 millones en impuestos a clases trabajadoras y medias. “¿Alguien me lo puede explicar? Vaya negocio, no nos vendan el timo de tocomocho”, señala.
Critica el “abuso” que el Gobierno está haciendo de la “propaganda de comunicación” anunciando acuerdos y apoya la “revolución de las tijeras rotas” de las peluquerías para que les reduzcan el IVA y critica que el “denominador común” de las políticas de Sánchez es “que van a arruinar a nuestros hijos”.
“Lo que le gusta al Gobierno son los sectores que dependen de él, le gusta que todo el mundo le pueda deber su BOE y su subvención y que el sector productivo dependa de su magnanimidad como los independentistas como los que negocia”.
Frente a esto, apuesta por “dejar hacer, invertir, emplear y hacer país” a los empresarios y propone un plan de competitividad basado en cinco pilares: fiscalidad, flexibilidad laboral, reducción de la burocracia, formación y seguridad jurídica.
Por otro lado, destaca la importancia de la seguridad jurídica que “también cotiza en bolsa” y señala que al igual que a un empresario no le pueden cambiar la fiscalidad sin pasar por el Congreso, a un español no se le puede cambiar su patria sin pasar por el Congreso.
El líder del PP advierte de que el Gobierno “ya ha cruzado el Cabo de Hornos” rechazando la mano tendida del PP, como hizo Zapatero en 2010 “cuando pintaron bastos y ERC ya no le apoyaba”, y confiesa que pensaba que Sánchez le llamaría tras las elecciones de Madrid para consensuar reformas con el PP, “pero no, anunció que recuperaba la mesa de autodeterminación y amnistía”.
También destaca que su formación ha ido incorporando a sus iniciativas legislativas las propuestas que le han trasladado empresarios y autónomos que en estos meses han tenido que estar pendientes del BOE, “incluso de madrugada”, ante la inseguridad generada por el Gobierno.
“No ha habido diálogo y consenso con la oposición sino un trágala y un rodillo permanente”
Critica que la no inyección de liquidez directa a las empresas, la subida de impuestos y el aumento de la rigidez del mercado laboral ha desembocado en que España registre los peores datos económicos de los últimos años: “El Gobierno se ha convertido en tóxico y, después de tres años, tendiendo la mano, el PP tiene que denunciarlo” porque “ esta política responde a una ingeniaría social”.
Denuncia que al Gobierno no le gusta la energía eólica ni la nuclear ni la hidroeléctrica, tampoco el sector de la automoción ni el de las aseguradoras ni el “esclavista de la agricultura o precario y de poco valor añadido del turismo”, ironiza. “Están yendo a por todos”, advierte.
Por último, aboga por trasladar a la solidaridad europea proyectos estructurales y no a corto plazo, como pasó con el Plan E.