Ya les hablé sobradamente de la pajarraca que nos tienen preparada: colapso digital en octubre. Incluso de su simbología satánica. Cyber Polygon, recuerden. En dos capítulos, julio 2020 y 2021. La plandemia al lado de la ciber-plandemia que nos aguarda, juego de mamoncetes de ubérrima y generosa teta. De momento, como la canícula pasada, el torturador afloja: te ofrece un vaso de agua antes de tu definitivo derrumbe y sometimiento y capitulación.
“Ola” de ciberataques
Blablabla, inane y cansina palabrería. “Luz al final del túnel” por los “avances” de la masiva inoculación del matarratas transgénico. En tres meses, respirar hondo, y resistir “la nueva plandemia”, pero no vinculada a cepa o mutación de un virus que no existe, sino a una plandemia cibernética.
En ese sentido, los diferentes acontecimientos que han acaecido en los últimos meses, relacionados a bloqueos cibernéticos en las empresas (privadas y de gobiernos plurales), indican que esta “nueva ola” va en aumento, deliberadamente en aumento, planificadamente en aumento. La misma que podría originar la madre de todas las crisis económicas y financieras. Por supuesto, la actual plandemia, etapa rompe-piernas, argot ciclista. En octubre, el Tourmalet. El mítico Mortirolo, tal vez. Precisemos, el Angliru, el infierno hecho puerto de montaña. O
Ejemplos de falsarios e inducidos ciberataques, tantos y tantos...
El ejemplo más reciente, sucedió en Usa con la empresa Colonial Pipeline Corporation, que controla los oleoductos más importantes de ese país, en donde unos piratas informáticos que se hacen llamar DarkSide bloquearon el sistema cibernético que fiscaliza dichos ductos, exigiendo un rescate de cinco millones de dólares. Según los hackers, el peculio se entregará a los más necesitados. Nuevos Robin Hood, pues.
Otro ejemplo similar, hace un lustro. Acaeció con la conocida empresa UBER. Los ejecutivos tomaron medidas para ocultar el ataque cibernético, que “mostró” datos de 57 millones de personas. Entre las medidas tomadas, un pago de cien mil dólares a los hackers que habían accedido a los datos a cambio de su promesa de guardar silencio y borrar toda la información sustraída.
Más recientemente centelleó estupefaciente ciberataque a la empresa Solar Winds a fines del pasado año (afectando a 18 mil compañías y oficinas gubernamentales en todo el mundo). Y como último ejemplo les cito el efectuado contra el sistema de salud estatal irlandés, que desactivó sus servicios virtuales, después de que fuera blanco de un ataque de “ransomware”, “extorsión” cibernética mediante. Ni se insinuó el monto de lo pagado...
…Mientras la peña se intranquiliza por un veneno transgénico y transgenizador, ¿debería ir apurándose y comenzar a “vacunar” sus respectivos dispositivos electrónicos? Juas.
Las casualidades no existen en los simulacros (de guerra)
El 18 octubre del 2019, el Gran Actor, el Gran Reseteo en lontananza, el Foro Económico Mundial, fundado por el genocida Klaus Schwab, avanzando hacia la atroz Agenda 2030 realizó un juego/simulación de guerra mundial, Hotel The Pierre, para tomar acciones en caso de presentarse una pandemia de grandes proporciones, bautizado como Evento 201. El otro gran genocida, Gates, inexcusable apoyo. Dos meses después, brota, casualmente, juas, el cuento chino pangolinero. Hasta hoy.
¿Coincidencias? Franklin Delano Roosevelt, de nuevo. “En política, nada ocurre por casualidad. Cada vez que un acontecimiento surge, se puede estar seguro que fue previsto para llevarse a cabo de esa manera”. Otra coincidencia, nacional en este caso: hace una semana, el ilegítimo gobierno de Cum Fraude ponía en marcha un gran Plan de Choque de Ciberseguridad. Sic. El "colapso" del SEPE, formidable pretexto. Ryuk, patrañero e inducido ransomware. Falsario virus, otra vez. Eso sí, las consecuencias reales.
El gobierno de Cum Fraude nos prepara ante la ciber-plandemia
Con la participación de los 22 ministerios gubernamentales. El Departamento de Seguridad Nacional (DSN), factotum del plan. La redacción del documento cuenta con el apoyo de todos los ministerios de la actual legislatura, del siniestro y amenazante y liberticida Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y la Secretaría de Estado de Comunicación. También con la colaboración de un grupo de expertuzos procedentes del ámbito académico, de la comunicación y del sector privado que han aportado sus perspicaces (ironic mode) propuestas.
En el proceso se han tenido en cuenta, además, las consideraciones de los partidos políticos. El DSN sostiene que las campañas de desinformación o las ciberamenazas dirigidas a los españoles tienen implicaciones directas en la seguridad nacional. Otra vez acojonante sic. En la “gestión” de catástrofes (hediendo a pufo climático). Curioso, curioso. Y, claro, se reclama la "implicación de los ciudadanos" en ámbitos de seguridad (cuando lean seguridad traduzcan aniquilamiento de la libertad) como la sanidad, las catástrofes o la protección del medio ambiente, entre otros…
…Cómo apesta todo. Lo mejor, el desierto o las montañas. Qué fea se va a poner la cosa. En fin.