Enfermera que ha trabajado para el instituto de salud británico durante 23 años. Se acaba de sincerar, algo de vergüenza torera pues, sobre el programa de "vacunación" covid en el magnífico programa UK Column News. Tal enfermera es la responsable de los documentos que necesitan los trabajadores de la salud para administrar las "vacunas". Examinándolos detenidamente, pronto se dio cuenta de que en el desarrollo de la vacuna Pfizer, por ejemplo, solo había un cúmulo de fatales "errores". Las afirmaciones de los farmacéuticos sobre la eficacia y la seguridad de las vacunas son engañosas, según la denunciante.
Los jefes mandan callar
¿Para qué es realmente el programa de vacunación del gobierno? En cualquier caso, no son vacunas, argumentó. ¿Por qué nadie lo reconoce?. “Todos hacen lo que se les dice que hagan y muy pocas personas hacen preguntas. A las personas vacunadas no se les informa que están participando en un ensayo clínico".
Según ella, los responsables últimos del estamento sanitario saben muy bien lo que está ocurriendo. Cuando le preguntó a su gerente por qué no les importaba participar en un genocidio, éste le dijo que "deberíamos hacer nuestro trabajo y callarnos".
Avergonzada de ser enfermera, cómplice de un masivo crimen
Habló con muchas de sus compañeras enfermeras que, como ella misma, se dan cuenta de que "algo no está bien", pero no tienen a dónde acudir. No se les escucha. También hay trabajadores de cuidados que saben lo que está pasando, pero no quieren dar la cara.
Y imprescindible rúbrica. "Odio mi trabajo. Me avergüenza ser enfermera. Soy cómplice ". "Si este genocidio sale a la luz alguna vez, no dudaría ni por un segundo, si me acusan, en testificar contra las personas en posiciones de poder que podrían haber actuado de otra manera", acabó aseverando, rotunda, la citada enfermera.
En fin.
https://greatreject.org/nurse-whistleblower-covid-vaccination-genocide/
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