Desgarradora carta de un alumno madrileño describiendo el horror del uso de los bozales en los colegios
sábado 21 de noviembre de 2020, 06:48h
Bachiller, enumerando el día a día del espanto plandémico. E inmejorable síntesis. "Lo único bueno que tiene volver a casa, lo único bueno, solo una cosa. QUITARME LA PUTA MASCARILLA DE LOS COJONES. En clase, cada vez que el profesor se gira, la tengo bajada, y en hábil estrategia de agilidad me la subo al instante a la que se gira".
Desolador testimonio sobre los bozales
Comienza. "Me compré un oxímetro, y durante las clases estuve dando de 88-94 con una media aproximada de 92 (la mayoría del tiempo). Mi abuela se tiene que poner el oxígeno cuando baja de 95.Y todavía hay gilipollas que dicen que no afecta”.
Prosigue: "Dolor en los pulmones por respirar poco y mal, al no hacer una respiración completa, y tras tanto tiempo noto que mis pulmones, al hacer una respiración completa sufren, duelen. Por supuesto, mareos y dolores de cabeza, el pan de cada día. Y constantes resfriadillos tontos, sin sentido.
Y la clase de educación física, todo peor. "Obligación de bozal en EDUCACIÓN FÍSICA, eso sí que me lo paso por el forro de los cojones. MIS HUEVOS. Por suerte, por suerte, el profe no me dice nada. Pero está constantemente gritando distance, distance. Ya ves tú"
Bozal, esclavitud
Y lo peor: "Sensación total de falta de Libertad. Peor, sensación de esclavitud absoluta. A la Libertad ya ni se ve ni se la espera. No poder respirar, pero dónde se ha visto eso, dónde se ha visto que a la gente se la sude".