Se han cifrado fuentes del propio Gobierno, se han producido más de una decena de visitas de autoridades a diferentes cárceles de España en la que cumplen condena presos de la banda terrorista ETA.
Esta información forma parte de una respuesta a una iniciativa que planteó Macarena Olona, Francisco José Alcaraz y Tomás Fernández, del Grupo Parlamentario Vox, el pasado 22 de junio, solo un día después de que se levantara el estado de alarma tres meses después.
La petición de la formación incluía también las autorizaciones emitidas por el Gobierno destinadas a ser usadas por autoridades para desplazarse por otras comunidades mientras aún estaban en vigor las restricciones de movimientos para los españoles.
Tal y como se ha publicado en la respuesta, la primera visita tuvo lugar la primera semana de junio en el Centro Penitenciario Murcia II, donde hay ocho miembros de ETA recluidos. La siguiente fue a la prisión de Valdemoro, un día después, donde se encuentra recluido Otegi Unanue, autor del doble asesinato a ertzainas en Gipúzcoa. También cabe destacar la visita del día diez en la prisión coruñesa de Teixeiro, donde hay seis presos de ETA.
"La inmoralidad de este Gobierno y, en particular, del ministro del Interior Marlaska no conoce límites. Mientras los españoles no podían desplazarse durante el estado de alarma a enterrar a sus seres queridos, se confirma que los diputados de EH Bildu tuvieron libertad de movimiento por toda España para visitar a los etarras presos. Con este Gobierno hay que pedir perdón por decir ‘Viva el Rey’, pero tienes total libertad si gritas ‘Gora ETA", aseguraba la diputada de Vox por Granada, Macarela Olona, a el diario El Independiente.
Después de quedar levantado el estado de alarma a finales de junio, se produjeron seis visitas más a diferentes centros penitenciarios en el período transcurrido entre el 22 de junio y el siete julio.
Hasta un total de 63 presos etarras se han acercado a las cárceles de Navarra y País Vasco desde que Pedro Sánchez llegó a Moncloa en junio de 2018 completando así un mercadeo partitocrático en el que se encuentra inmenso el presidente del Gobierno, que accedió al poder gracias al apoyo de comunistas y separatistas.