El documento en cuestión está fechado en noviembre de 1972 y reza lo siguiente: "El cambiante entorno nacional e internacional de España, junto con las actitudes alteradas de las fuerzas políticas en España, dificultará que los sucesores de Franco resistan las presiones para la liberalización del sistema político. Al mismo tiempo, treinta años de gobierno autoritario y el temor generalizado de los peligros de restaurar la democracia parlamentaria al estilo occidental, los españoles creen firmemente que la liberalización se logrará, no acabando el sistema político establecido por Franco, pero modificándolo. Los militares continuarán ocupando una posición clave, pero, sobre todo después de que se haya eliminado la poderosa influencia de la personalidad de Franco, incluso los militares pueden considerar más prudente ceder a las presiones más liberales que resistirse contra ellas, juzgando que tomar el rumbo posterior bien podría provocar otra convulsión política general en España.
Debido a los cuidadosos preparativos ya hechos por el general Franco, es probable que el proceso inmediato de sucesión sea ordenado. Juan Carlos se convertirá en Jefe de Estado y los poderes de Franco se dividirán entre él y el presidente designado del Gobierno (Primer Ministro). Almirante Carrero Blanco. En el pasado, el Príncipe Juan Carlos ha sido considerado un peso ligero político, pero ahora se le toma más en serio en los círculos de liderazgo en España. Ha dejado claro más de una vez que está a favor del cambio político liberal, pero siente que no existe suficiente margen de maniobra para tal cambio en el actual sistema político español. El Almirante Carrero Blanco parece tener opiniones políticas extremadamente conservadoras y cree que no deben hacerse concesiones a la izquierda política. Él parece ser el responsable de las severas medidas represivas tomadas este año contra las universidades y de incrementar los poderes de la policía secreta en contra los opositores. Queda por ver que seguiría siendo conservador sin Franco allí para apoyarlo".
En una nota a pie de página se señala a Carrero Blanco como objetivo porque la CIA lo considera un verdadero obstáculo para la democratización de España, tanto es así que la mano derecha de Franco se había convertido en una piedra a sortear en los intereses de Estados Unidos.
Cabe recordar que el 20 de diciembre de 1973 Carrero Blanco fue asesinado en la calle Claudio Coello de Madrid, a menos de 200 metros de la Embajada de los Estados Unidos. Solo 24 horas antes había visitado España el secretario de Estado, Henry Kissinger.
El juez Luis de la Torre Arredondo comprobó en su momento que una explosión de esa magnitud no pudo haber sido provocada por la dinamita que ETA dijo que había utilizado, e incluso llegó a decir a Interviú que "iba teniendo la convicción cada vez más sólida de que la CIA supo que iban a matar a Carrero, que la CIA estaba detrás".
Tal y como hemos visto en otras ocasiones, el explosivo utilizado fue C4, de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos. A todo esto hay que añadir que el propio Kissinger afirmó a un representante del Ministerio de Exteriores español que "no quiero que suene brutal, pero, un estorbo menos para la apertura de España y, por deplorable que sea un asesinato, lo cierto es que ETA os ha hecho un gran favor".