Juan Carlos I puso tierra de por medio tras las continuas polémicas en España. Se fue nada más y nada menos que hasta los Emiratos Árabes Unidos, pese a que varias personas de su entorno consiguieron engañar a periodistas y medios fiables asegurando que se encontraba en República Dominicana con la familia Fanjul.
Personas del entorno del Rey emérito aseguran que abandonó el país "para salvaguardar el Reino de España y dar prioridad al interés superior de su pueblo".
"El Rey emérito quiso distanciarse de los criminales de Podemos y sus aliados en el PSOE que están actualmente en el poder. Pablo Iglesias es la mayor amenaza para la seguridad nacional española, al menos, desde la Transición, desde la recuperación del sistema democrático en España, hasta la actualidad", asegura el portal Voz Ibérica, al que no se puede acceder tras sacar a la luz esta información que ahora nos llega desde varias fuentes distintas.
"Pablo Iglesias representa la legitimización política e institucional de ETA y de otras asociaciones separatistas, terroristas y criminales", citaba el portal, agregando que "los aliados y amigos de Pablo Iglesias Turrión tienen vínculos (o los han tenido con ETA), el narcotráfico de los cárteles más peligrosos de América Latina y los terroristas de Hamas, Hezbollah y los ayatolás iraníes".
Voz Ibérica iba más allá al decir que "el comunista Pablo Iglesias es un topo al servicio de los intereses más turbios, oscuros, criminales, violentos y terroristas del planeta. Logró meter a ex miembros de ETA en las Cortes Generales de España y ya se ha infiltrado a personas de su confianza en los servicios secretos españoles (CNI), que protegen a los narcotraficantes con vínculos con Maduro".
Así pues, el Rey emérito salió de España para "distanciarse de cualquier estructura de poder controlada por Podemos (y por el PSOE más extremista y fanático, sin principios ni valores y vendido a la extrema izquierda) y poder preparar una respuesta adecuada para la defensa de la integridad territorial del Reino de España y el interés público, y de ese modo restaurar la dignidad institucional".
Anuncia también que, en su viaje fuera de España, Juan Carlos I y su equipo han recopilado material altamente comprometedor contra Pablo Iglesias, Pedro Sánchez y el padre político de ambos, José Luis Rodríguez Zapatero:
"Zapatero, como sabemos, es una de los principales agentes de Nicolás Maduro en Europa y se sospecha que también estará a sueldo de los ayatolás iraníes".
Y aquí viene una de las informaciones más impactantes: "La muerte de 193 personas fue el precio que el PSOE -y sus simpatizantes en el CNI y en los medios, estuvo dispuesto a pagar para derrocar a José María Aznar, entonces presidente del Gobierno de España. Toda las evidencias muestran que no existió ninguna conexión entre los autores de los atentados con grupos yihadistas".
Revela asimismo que el Mossad aportó pruebas a los servicios secretos españoles sobre la no participación islamista en los atentados: "Es por ello que, el entonces presidente del Gobierno de España, José María Aznar inició una investigación sobre los grupos terroristas vascos y sus conexiones. Recordemos que el Gobierno español fue entonces el blanco de una operación de contrainformación, descrédito, disfrute, parodia, todo con un objetivo: crear la ficción de que el Gobierno mintió al pueblo español, ocultando el verdadero origen y autoría del atentado de Madrid".
Los topos en el CNI "al servicio del PSOE y Zapatero intentaron crear un escenario que sustentara la narrativa creada en los medios vinculados a la izquierda. Con la suprema sofisticación de vincular el atentado al apoyo de Aznar a la intervención en Irak".
Sin embargo, "esto no lo hicieron los yihadistas: fueron los activistas de extrema izquierda y los topos los que se infiltraron en las estructuras estatales (primero) para así poder manipular y condicionar el resultado de las elecciones democráticas después, tal como luego consiguieron (…) No es casualidad que luego Zapatero se convirtiera en el amigo privilegiado de Hugo Chávez y del régimen del narcotráfico venezolano (…) Por otro lado, el PSOE de Zapatero contó con la colaboración de los servicios secretos marroquíes de la época, lo cual fue un factor determinante para la caída de José María Aznar. Esto se debe a que Marruecos quería tener el control de parte del archipiélago de Canarias; como el Gobierno español de Aznar no lo permitió y amenazó con tomar represalias, los servicios marroquíes comenzaron a cooperar con Zapatero (…) No es casualidad que Zapatero viajara -en uno de sus primeros viajes oficiales como presidente del Gobierno- a Marruecos, iniciando allí una relación privilegiada. El Gobierno de Marruecos colaboró con el CNI para defender su interés nacional. Por cierto, tampoco es una casualidad que Jorge Sampaio acudiera a las Islas Salvajes unos meses después para así realizar un acto reivindicativo respecto de sus aguas jurisdiccionales. Las Islas Salvajes son un archipiélago portugués formado por tres islas principales y varios islotes, situado en el Atlántico septentrional, entre las islas Canarias y las islas Madeira, justo en el extremo norte de la plataforma submarina de las islas Canarias".
"El Rey emérito posee detallada información de todo esto y mucho más. Sabe también que Pablo Casado es un líder débil, que está dispuesto a formar Gobierno con el PSOE, y que Pablo Iglesias está infiltrando a sus amigos en lugares clave de la Administración Pública. El Rey emérito sabe que Pablo Iglesias solo puede tener un destino: la cárcel. El Rey emérito sabe que España no puede esperar más", continúa, para terminar asegurando que el regreso de Juan Carlos podría producirse los primeros días de septiembre, con motivo de un campeonato de regatas.