En una entrevista en la Ser, Montero reiteró la valoración que el día anterior hizo el vicepresidente segundo del Gobierno y secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, en el sentido de que esa “huida” es una actitud “indigna” de quien ha sido Jefe del Estado. Apuntó, además, la sospecha de que tiene que ver con “intentar eludir la acción de la Justicia”.
Dejó claro, en todo caso, que esa marcha “no es una decisión que haya tomado el Gobierno de coalición” y que los ministros de Unidas Podemos no estaban al tanto de las conversaciones con la Casa del Rey para fraguarla y para hacerla pública. De hecho, aseguró que no sabían que se iba a anunciar este lunes. En caso de saberlo, “hubiésemos explicado lo que estamos explicando ahora”, que esa decisión “no beneficia, sino todo lo contrario”, a la monarquía y a España.
Preguntada sobre si cree que ha sido una deslealtad, explicó que es algo que habrá que tratar en el seno del Gobierno y se mostró partidaria de “normalizar” las diferencias naturales en una coalición tratándolas siempre con lealtad y compañerismo, y resolviéndolas de forma democrática.
Montero cree que España “no quiere ni más impunidad ni más corrupción” y que el que fue Jefe del Estado debe rendir cuentas ante su pueblo y ante la Justicia del país al que ha representado desde esa altísima institución, por los presuntos delitos que se investigan desde la Fiscalía del Tribunal Supremo.
Lejos de proteger a la institución, Montero cree que esta decisión deja a la Monarquía en una situación “muy comprometida y muy delicada”, y contribuye a reforzar la sensación de que la Justicia “no es igual para todos” y de que hay personas que pueden eludirla.
Aunque no tiene “ninguna” duda de la integridad de Felipe VI, Irene Montero cree que no se puede separar la actitud de Juan Carlos I de la familia Borbón y de la institución que, según la Constitución, se hereda.
Montero no cree que se vaya a derogar el decreto que otorga a Juan Carlos I el título vitalicio de Rey y precisamente por ello “es tan importante que dé ejemplo y rinda cuentas”.
SOBRE LA REUNIÓN CON CIUDADANOS
Las diferencias en el Gobierno acerca de la marcha de Juan Carlos I se suman a las expresadas también tras la reunión de una delegación encabezada por Carmen Calvo con Ciudadanos. En ese sentido, Montero reiteró su acusación a Ciudadanos por “vetar” a miembros de Unidas Podemos.
Por ello, insistió en que Ciudadanos no se reunió con el Gobierno, sino “con una formación” que forma parte de él, y alertó de que cuando quiera negociar, por ejemplo, los Presupuestos Generales del Estado, tendrá que hablar con las dos formaciones que integran el Ejecutivo.
Reiteró también que son los socios que apoyaron la investidura a los que hay que “cuidar” y pese a todo ello aseguró que no tiene “ninguna duda” de que la legislatura será larga y de que las diferencias, tratadas con lealtad, refuerzan al Gobierno de coalición.