Lo dijo al clausurar el acto institucional en conmemoración del genocidio del pueblo gitano durante la Segunda Guerra Mundial, en el que junto a la Comisión Permanente del Consejo Estatal del Pueblo Gitano se homenajeó con una ofrenda floral a los gitanos asesinados, encarcelados o humillados a lo largo de los siglos.
En España este día recuerda también la conocida como ‘gran redada’, ordenada por Fernando VI, que tuvo lugar el 30 de julio de 1749, y que acabó con miles de gitanos encarcelados.
En su intervención, Iglesias lamentó que muy pocos jóvenes conozcan esos hechos, y que tampoco sean conscientes de que en España, incluso en la transición, había reglamentos de funcionamiento de las fuerzas del orden dirigidas a reprimir a los gitanos.
Consideró que ese desconocimiento generalizado es prueba de un “racismo institucional” que es necesario “conocer y reconocer” como primer paso para pedir perdón, algo que quiso hacer no sólo en nombre propio, sino del conjunto del Gobierno.
Iglesias sostuvo que la realidad del pueblo gitano se ha “invisibilizado” y puso como ejemplo el hecho de que muchos líderes políticos y sociales, como él mismo, han exhibido en determinados momentos el triángulo rojo que recuerda a los represaliados políticos del nazismo, a los comunistas o a los republicanos, pero no se ha hecho lo mismo con las víctimas gitanas de ese régimen.