El Pentágono convierte su gran base de Sigonella (Sicilia) en el centro de operaciones de los drones “cazayihadistas”, el arma más eficaz para combatir al Estado Islámico.
El despliegue de decenas de mortíferos drones (vehículos aéreos no tripulados) se llevara a efecto en la base de Sigonella, desde donde Estados Unidos coordina las operaciones en Oriente Medio, norte de África y Europa del Este. El uso de drones por su rapidez y precisión esta demostrando su eficacia en Afganistán, Iraq, Kosovo, Mali, Somalia y Yemen.
El presidente Obama ha dado luz verde al Pentágono para que en el plazo de dos años, la base aeronaval de Sigonella se convierta en el mayor bastión de drones de la región. Los drones “Global Hawk” y “Predator” cubrirán el teatro de operaciones del Mediterráneo y de África.
En el último decenio la estrategia de intervención militar norteamericana en los teatros de operaciones de todo el mundo ha cambiado radicalmente. El uso de drones ha dejado obsoletos muchos de los planes operativos que exigían poner en juego mayores recursos sin que el éxito estuviera garantizado.
Bases en el norte de África
La Heritage Foundation, un think-tank cercano al Partido Republicano, realizó hace una década un estudio en el que preconizaba “la creación de dos bases norteamericanas en Marruecos y Túnez” en las que se estacionarían tropas de élite con sus respectivos equipamientos. “En caso de necesidad -alegaba el Informe- nuestras fuerzas podrían intervenir rápidamente en cualquier punto del continente”.
Por cuestiones de política interna ningún país norteafricano, a excepción de Marruecos, desea tener una base de drones en su territorio.
Así el exsecretario general del Centro Euromagrebí de Investigación y Estudios Estratégicos, el militar tunecino Lassaad Bouazzi, estima que la implantación de una base norteamericana en Túnez solo tiene sentido para vigilar e intervenir en Argelia, en caso de que este país se viese arrastrado por un proceso de desestabilización interna. Respecto a Marruecos, no cuenta con una situación geográfica tan privilegiada como Sigonella, en medio del Mediterráneo, para el uso de drones.
Nubosidad y puntos ciegos
A pesar de estas dificultades, el Pentágono no ceja en conseguir una “base complementaria” de drones en el norte de África por dos motivos: que puedan operar desde la base cuando las condiciones climatológicas en la costa mediterránea -sobre todo la nubosidad- son adversas, y para vigilar los “puntos ciegos” del interior sin necesidad de tener que desplazar un drone desde Sigonella. Actualmente los “Global Hawk” desplegados en la base siciliana tienen como misión principal vigilar las actividades del Estado Islámico en Libia.
Fueron los drones norteamericanos enviados desde Sigonella los que “ayudaron” a las tropas francesas en la operación “Serval” en el norte de Mali en 2013 en su guerra contra el terrorismo. Un capitulo hasta ahora poco conocido y prudentemente silenciado por Francia ansiosa de no perder protagonismo.
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