Otro etarra en el parlamento vasco
lunes 13 de julio de 2020, 11:52h
Cuando en una sociedad privilegiada, mimada y con una economía mejor que el resto de España, haya ciudadanos que votan a los del tiro en la nuca, y lo hacen parlamentario, es que en algo hemos fallado. Antes, la gente prefería a los buenos, a los que no utilizaban la violencia, a los educados.
Pero en el País Vasco a los que llevan la bandera de España los reciben a pedradas. En el País Vasco a los que apalean a guardias civiles y a sus esposas y novias se les trata como héroes, mientras a las víctimas se las desprecia.
En el País Vasco un líder de ETA, que estuvo encarcelado junto a Otegui, acaba de conseguir escaño en el parlamento. Los de las pistolas, a los que Rodríguez Zapatero les blanqueó presionando al Tribunal Constitucional para que legalizaran su formación política, ya llevan tiempo en las instituciones. Cobrando del Estado y fomentando el odio a los discrepantes de sus matonadas.
En una parte de España hay gente que prefiere a los malos, a los violentos, a los cobardes, miserables del tiro en la nuca. Y claro, encuentran la complicidad de un partido nacionalista, un PNV, que en la época del plomo recogían las nueces del árbol que ETA agitaba. Para el exjesuita Arzaluz eran “los chicos de la gasolina”.
Pues sí. Los malos, los que tienen pistolas, los que secuestran y asesinan, han sido votados por una parte de la sociedad vasca. Es lo que hay. Que hay gente que prefiere a los malos. Es la perversión a la que nos han llevado unos políticos cobardes. O quizá malvados.