Dos semanas después de la explosión que destruyó la terminal de contenedores del puerto chino de Tianjin, estalla un depósito de sustancias químicas en la base que alberga el cuartel general de las tropas de Estados Unidos en Japón.
Las explosiones se registraron en la base de “Camp Zama” en la ciudad de Sagamihara (un suburbio 40 kilómetros al suroeste del centro de Tokio), en la noche del 24 de agosto sin que se registraran víctimas, según el Pentágono.
El depósito que estalló se encuentra en una zona que abarca 200 hectáreas y habitualmente trabajan 800 personas (550 japoneses y 250 estadounidenses), según la cadena de televisión japonesa NHK.
En un comunicado el Ejército de Estados Unidos aseguró que el depósito contenía nitrógeno, oxígeno, gas freón y aire comprimido, pero no municiones ni materiales radiológicos.
El Pentágono insistió en que ningún tipo de munición se había visto afectada por las explosiones. “Camp Zama” alberga depósitos de municiones.
Un video difundido en la televisión japonesa, tomado alrededor de las 00:45 desde un lugar elevado y a cierta distancia, muestra un incendio y posteriores explosiones acompañadas de pequeñas bolas de fuego que salen hacia lo alto.
Base clave de Estados Unidos en Japón
La base de “Camp Zama”, ubicada en la antigua sede de la Academia del Ejército Imperial de Japón, es un centro militar neurálgico al albergar el cuartel general del Ejército de Estados Unidos en Japón (USARJ, por sus siglas en inglés).
En las instalaciones viven más de 3.000 militares norteamericanos con sus familias y se concentran numerosas unidades: el 35º Batallón de Apoyo y Sostenimiento al Combate, el 441 Batallón de Inteligencia Militar, el 78 Batallón de Señales, el Cuerpo de Ingenieros del distrito de Japón y efectivos de las Fuerzas de Autodefensa de Japón.
Varios ataques
El campamento ha sido atacado en varias ocasiones por grupos nacionalistas contrarios a la presencia de tropas norteamericanas en suelo nipón. El primer atentado tuvo lugar en 2002 cuando un autodenominado”Ejército Revolucionario” puso una bomba en el perímetro exterior de la base. El 2007 hubo un nuevo intento, y en abril de 2015 fue lanzado un cohete de fabricación casera que no causó víctimas.
Como viene siendo cada vez más habitual, las redes sociales especulan sobre la posibilidad de un atentado atendiendo a la importancia de la base estadounidense y a la carambola de que en menos de dos semanas se produzcan sendas explosiones en “instalaciones sensibles” de China y Estados Unidos, embarcadas las dos superpotencias en una guerra financiera que tambalea las Bolsas de todo el mundo.
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