Los Pujol tendrían oculto en Nueva Zelanda un patrimonio de más 100 millones de euros, tal y como declaró un testigo el pasado 12 de diciembre. Tal es el caso que habría incluso aportado al juez cinco carpetas con toda la documentación.
No se ha desvelado la identidad del testigo, protegido por la Audiencia Nacional, quizás por el largo brazo de opresión y poder que aún ejerce el cabeza de los Pujol. "Saqué un extracto antes de entrar en prisión y son 179,5 millones de dólares de Nueva Zelanda", explicaba ante el juez que investiga la causa.
La cuenta, a nombre de Jordi Pujol Ferrusola, tendría dinero procedente de "varios países", afirma este empresario de nacionalidad andorrana, interno en el Centro Penitenciario de Brians-2 (Sant Esteve Sesrovires, Barcelona).
No fue hasta el pasado mes de noviembre cuando pidió hacer una confesión sobre el patrimonio oculto del expresident, ya que era la persona que había organizado desde 1994 el entramado de sociedades a los Pujol.
Marta Pujol Ferrusola al mando del clan
El magistrado José de la Mata le preguntó sobre si Pujol Ferrusola habría realizado en los últimos años "operaciones financieras", a lo que contestó: "Más que nunca. Empezando por México y otros países que no han salido a la luz".
Tras esto, el juez solicitó comisiones rogatorias a Francia, Portugal y Suiza en busca de las supuestas cajas de seguridad bancarias. Y pese a las primeras negativas, la Audiencia Nacional tendría un as en la manga para pedir explicaciones de los casi 300 millones de euros que se cree que podría albergar la familia, considerada ya una organización criminal.