A pesar de las reiteradas afirmaciones exculpatorias de Sánchez, el presidente del Gobierno seguía de cerca la situación del virus y su evolución conforme avanzaban los días, tal y como denuncia Vox y ha reiterado el resto de partidos de la Oposición en las últimas semanas.
Aunque se ha tratado de proyectar la imagen contraria, la imprevisión que defendió no fue tal y el seguimiento que hizo de la evolución del virus fue diaria. De hecho, la entidad encargada de realizar dichos informes para el presidente es el Centro de Situación del Departamento de Seguridad Nacional (DSN), cuyos profesionales ya advirtieron en el mes de febrero de los riesgos en España.
Se trata de un órgano de inteligencia del Gobierno, dependiente de Presidencia y cuya dirección corresponde a Miguel Ángel Ballesteros. Además, se trata la cuestión de los sucedido en China, algo que se comunicó haciendo mención al problema que por aquel entonces ya había con la epidemia en Wuhan.
El día siete de marzo, un día antes de las grandes movilizaciones feministas que tuvieron lugar por toda España (más de ochocientas según diversas fuentes), el DSN afirmó que «en varios países de Europa las autoridades pertinentes han decretado la suspensión o aplazamiento de actividades y eventos que congreguen un número significativo de personas».
El presidente conocía de esta manera la peligrosidad que potencial que existía en España, máxime viendo las imágenes que procedían de Italia desde días atrás. La imagen de imprevisión que han tratado de vender desde Moncloa, por tanto, no fue tal y el seguimiento fue continuo desde los primeros días de la situación crítica del gigante asiático.