La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha puesto en una situación crítica al Gobierno, que ha seguido desde el primer momento una estrategia de comunicación lineal acerca de la epidemia en nuestro país.
En una entrevista a ETB, solo un día después de las marchas del Día de la Mujer, la dirigente de Unidas Podemos reconoce el riesgo del coronavirus que había en ese momento en una charla distendida con la periodista poco antes de dar comienzo a la entrevista:
Periodista: ¿A qué crees que se debe la bajada de cifras?
Irene Montero: Pues tía, creo que al coronavirus [...] No lo voy a decir pues porque no lo voy a decir.
Esta parte de la conversación forma parte del bruto de la entrevista que más tarde ETB distribuyó al resto de cadenas de la Forta, y que ha salido a la luz casi tres meses después debido a la gravedad de las declaraciones, en las que la titular de Igualdad reconoce ya el riesgo de contagio por el coronavirus en un fin de semana en el que se concentraron varios actos multitudinarios, como los citados del 8-M con más de 600.000 asistentes en las casi 500 convocatorias de toda España, el famoso mitin de Vox en Vistalegre o un encuentro deportivo de primer nivel el día de antes, entre muchos otros.
"Quiero ser muy prudente, porque creo que la comunicación que se estaba haciendo como Gobierno es buena comunicación muy basada en los datos médicos", explicaba, no sin confesar que la capacidad de controlar los contagios era ya "limitada" por aquel entonces.
Ya el informe de la Guardia Civil que ha presentado a la jueza que investiga el 8-M y ha imputado al socialista José Manuel Franco apunta a que la delegación del Gobierno en Madrid "tenía conciencia del peligro que suponía la celebración de reuniones y manifestaciones en fechas previas a la declaración del Estado de Alarma".