www.mil21.es
Soros 3: Ni Dios ni patria
Ampliar

Soros 3: Ni Dios ni patria

lunes 18 de mayo de 2020, 21:12h

Escucha la noticia

Los grandes magnates que sueñan con imponer su modelo al mundo se han dado cuenta de que tras la caída de la URSS y el denominado campo socialista, todavía hay millones de personas influenciadas por la ideología comunista, en sus diversas variantes, con el denominador común del odio a la democracia liberal y que pueden aprovecharse para debilitar y subvertir los sistemas democráticos occidentales.

Este es el fondo de la “extraña” alianza entre una parte del estamento académico, claramente marxistizado, y unos plutócratas que financian sus entelequias y promocionan sus ascensos. Que treinta años después de la evidencia mundial del fracaso del sistema comunista, sigan controlando nuestras fábricas de ideas, en especial universidades, cultura y medios de comunicación, pone al descubierto sus procedimientos mafiosos, para perpetuar a sus seguidores, en las cátedras y las televisiones y el interés de esos enormes magnates por debilitar y destruir la democracia, aprovechando las libertades que ofrece. El odio fue un buen caldo de cultivo para los totalitarismos socialistas del siglo XX (nazismo y comunismo, principalmente) y ese combustible es con el que quieren alimentar el enfrentamiento del siglo XXI.

Como hemos visto, se trata de influir en los procesos y las élites políticas de las democracias, especialmente europeas, en aras de lo que denomina “sociedades abiertas”, para convertirlas en sociedades débiles, con políticos a su servicio y mucho más permeables a los deseos, e intereses, de esos grandes magnates.

Sociedades que no sean más que conjuntos de individuos aislados, fragmentados hasta la individualización y, si es posible, con sustrato para los enfrentamientos. Con ese objetivo, se intentan anular todas las raíces que conforman al ser humano como ser social. La pareja y la familia son la base del hogar y nuestro primer sostén. La eliminación de ese sostén es prioritario.

El aparato de comunicación y cultural, se esfuerza en disgregar cualquier tipo de escala de valores reconocible por la sociedad, confundiendo lo bueno con lo malo, ofreciendo modelos de seres perversos como héroes y psicópatas como ejemplo.

A diferencia de lo que sucedía hace cien años, los niños ya no tienen modelos positivos de valores, centrados en el esfuerzo, la colaboración, el auxilio al débil, el amor, la familia … Por eso, tienen mucho interés en sacar la religión del ámbito educativo y de la esfera pública. No hace falta ser religioso para comprender que ésta fue, durante muchos siglos, el entramado de principios que conformó el propio sistema occidental y borrarlo de la escuela, reducirlo exclusivamente a lo privado, es segar una parte importante de esa escala de valores que estructuran a un ser humano, le ofrecen perspectiva sobre el bien y el mal y cohesionan una sociedad sobre los principios comunes de sus integrantes.

Lo que nos ofrece ese sistema, de grandes productoras y conglomerados culturales, son panoramas oscuros y deprimentes, sustituyendo los deseos de un mañana mejor por distopías angustiosas, donde no hay futuro. La gran triunfadora de los Oscar 2020 ha sido “Joker” la historia de un psicópata antisocial que inicia, con unos asesinatos, una revuelta social, anárquica, para “matar a los ricos” sin más fundamento que el odio, ni más objetivo que sembrar el caos, entre una población de mente débil e influenciable que se deja llevar. Es una guía de acción, para crear ese movimiento destructivo que tanto anhelan los verdaderos ricos que quieren controlarnos.

Las naciones

Los barcos y convoyes negreros, de las supuestas organizaciones de ayuda, colaboran en el caos de los países de destino, pero no es su única ventaja para los magnates.

Las ONGs de la inmigración descontrolada, atraen a los elementos más fuertes, más despiertos y más valerosos de las naciones menos desarrolladas, restándoles una parte sustancial de su capital humano, haciendo a las naciones de origen, más pobres, más débiles, más vacías…

Lo mismo que desean en los países de recepción, donde se forman grupos segregados y sin vínculos con la población de destino, lo cual dificulta la integración que, por otra parte, es despreciada por estas organizaciones que, bajo el manto de un supuesto respeto a “todas las culturas”, construyen guetos subvencionados por las propias naciones donde no se quieren integrar, provocando un inevitable enfrentamiento social. Para, a continuación, desarrollar un amplio abanico de denuncias por “racismo” y “xenofobia”, a mayor gloria de los políticos y partidos que promocionan y subvencionan. Es evidente como, del respeto a la minoría, se pasa a la imposición de sus preceptos y al odio al que no acepta esa agenda, alentando incluso la prohibición de disentir.

Se ve muy claro, el propósito de enfrentar y no integrar, en el caso de España, donde esas ONGs no ayudan a los inmigrantes iberoamericanos que tendrían raíces comunes con los españoles, empezando por el idioma o los valores familiares, sino que fomentan la inmigración islámica, mucho menos integrable y caldo de cultivo para el enfrentamiento.

Algunos casos han sido llamativos. En agosto de 2019, el barco de la ong española OpenArms, del que hay numerosos testimonios de su colaboración con las mafias negreras, “rescata” a unos “refugiados” a 150 km de Túnez, pero en vez de depositarlos allí, pone rumbo a Italia (más de 500 km), donde 20 días después, desembarca a 83 personas, tras un pulso con el gobierno italiano y el apoyo de toda una red mediática a favor de la acogida. ¿Por qué los puso en peligro, en una travesía tan larga? Porque esas personas habían pagado, a las mafias de la trata, una cantidad importante “por llegar a Europa” y Túnez no les valía.

No rescatan refugiados: introducen inmigrantes ilegales en Europa.

Además, las organizaciones de Soros fomentan el separatismo, el fraccionamiento de los países para convertirlos en una masa informe y enfrentada, de pequeños estados débiles y sometidos.

En el caso de cada continente, puede verse en el gráfico adjunto la multitud de países en los que se han asentado las organizaciones de las Fundaciones OpenSociety de Soros, con especial hincapié en aquellas naciones que han sido objeto de secesión, o pueden serlo.

Si se hace un repaso, se ve el apoyo al secesionismo, a la fragmentación y España es un objetivo atractivo y posible porque no solo tenemos grupos secesionistas, sino que ocupan posiciones de poder y usan dinero público para conseguir sus fines. ¿Es casual que Barcelona sea sede de la oficina de programas europea de Soros? ¿O que Kosovo, Macedonia del Norte o Serbia, junto a casi todas las exrepublicas soviéticas, disfruten de oficinas de la Fundación? Además, impulsa la votación electrónica (mucho más manipulable que la presencial) e incluso hay un programa especial, al respecto, en sus organizaciones, del que hablaremos más adelante, pero que se aplicó en el proceso golpista catalán.

Un libro imprescindible es el de Soros rompiendo España , en el que dos investigadores ponen al descubierto las maniobras de la red, en colaboración con millonarios como Roures (dueño de MediaPro y accionista de la Sexta y Público), junto a políticos corruptos que no anhelan tanto escapar de España como de los tribunales españoles que persiguen sus estafas.

Ya han tenido éxito, como en la ruptura de Serbia, la caída del presidente Milosevic y la escisión de Kosovo, o el derrocamiento del gobierno de Shevardnadze, en la exrepublica soviética de Georgia en 2003, con la organización de jóvenes Kmara que recibió 500.000 dólares de la fundación Open Society para cambiar el gobierno.

Soros: Rompiendo España. A. Ferrer Y J.A. De Castro. Ed Homolegens, 2019
Soros 3: Ni Dios ni patria
Ampliar
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (6)    No(0)

+
0 comentarios