La Casa Blanca ha sido instruida a restablecer el acceso de la agencia de noticias Associated Press (AP) a los eventos presidenciales.
Este fallo se produce después de que la AP fuera excluida del grupo de prensa por negarse a adoptar el término “Golfo de América” para referirse al cuerpo de agua tradicionalmente conocido como el Golfo de México. La decisión fue tomada en respuesta a la insistencia del expresidente Donald Trump, quien había designado ese nuevo nombre.
Decisión Judicial y Contexto
Según informes, los reporteros de AP, una de las agencias más antiguas del mundo, fueron prohibidos de acceder al Air Force One y a la Oficina Oval tras su negativa en febrero a utilizar el término propuesto por Trump. En cambio, la agencia optó por mantener el uso del término tradicional, argumentando que este es ampliamente reconocido y establecido a nivel global.
Trump ha criticado abiertamente a la AP, calificándola como “una organización radical de izquierda.” En respuesta a su exclusión, la agencia presentó una demanda contra la administración Trump, alegando que esta acción violaba las protecciones del Primer Amendamiento relacionadas con la libertad de prensa.
Fallos y Reacciones
El juez del Distrito de EE. UU. Trevor McFadden falló a favor de la AP, afirmando que el gobierno no puede excluir a los periodistas de los eventos presidenciales basándose en sus decisiones editoriales. La Casa Blanca tiene hasta el final de la semana para apelar esta orden judicial.
En su fallo, McFadden subrayó que el tribunal no está ordenando al gobierno otorgar acceso permanente a la AP en los eventos presidenciales ni “otorgar un trato especial” a dicha agencia. El juez aclaró: “La AP no necesariamente tiene derecho al acceso permanente como ‘primeros en la fila’... Pero tampoco puede ser tratada peor que otros servicios noticiosos similares,” añadiendo que la orden no impone reglas sobre quién puede ser entrevistado o cuyas preguntas deben ser respondidas por funcionarios gubernamentales.
Apreciación y Reflexiones
Lauren Easton, portavoz de AP, celebró la decisión judicial, destacando que esta “afirma el derecho fundamental de la prensa y del público a expresarse libremente sin represalias gubernamentales.” Por su parte, Julie Pace, editora ejecutiva de AP, escribió en un artículo para el Wall Street Journal que esta disputa va más allá del simple desacuerdo sobre un nombre geográfico. “Se trata realmente de si el gobierno puede controlar lo que usted dice,” concluyó.