El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha tomado una decisión que marca un cambio significativo en las regulaciones sobre la presión del agua en las duchas. Este miércoles, firmó una orden ejecutiva que revierte normativas previas, según lo informado por la Casa Blanca.
En el comunicado oficial se menciona: «Deshaciendo la guerra de la izquierda contra la presión del agua: hoy, el presidente Donald J. Trump firmó una orden ejecutiva para poner fin a la guerra de los expresidentes Obama y Biden contra la presión del agua y hacer que las duchas de Estados Unidos vuelvan a ser grandes». Esta declaración hace eco del famoso lema de campaña de Trump, ‘Make America Great Again’.
Cambio en las regulaciones federales
La Casa Blanca argumenta que esta medida busca «restaurar la cordura en al menos una pequeña parte de las regulaciones federales», recuperando el significado original del término ‘cabezal de ducha’ establecido en la ley de energía de 1992. Esta ley fijaba un estándar simple de 2.5 galones (9.46 litros) por minuto para las duchas.
Además, se señala que la nueva orden libera a los ciudadanos estadounidenses de regulaciones consideradas excesivas que habían convertido un elemento básico del hogar en una pesadilla burocrática. Los cabezales de ducha, según el comunicado, ya no serán frágiles ni ineficaces.
Impacto en la vida cotidiana
El texto también enfatiza que «la sobrerregulación asfixia la economía estadounidense, atrinchera a los burócratas y reprime la libertad personal». Al restablecer la libertad de ducharse, el presidente Trump reafirma su compromiso con desmantelar regulaciones innecesarias y priorizar a los ciudadanos estadounidenses.
Durante la firma del documento, Trump recordó cómo anteriormente existía un limitador extraíble en las duchas, mientras que ahora este está soldado. Expresó su frustración diciendo: «Si te duchas o te lavas las manos y no sale agua…» y continuó explicando su experiencia personal con el agua que sale «gota a gota». Según sus palabras, esto resulta en un proceso mucho más prolongado para realizar actividades cotidianas como lavarse las manos.
Finalmente, el mandatario concluyó: «Vamos a abrirlo para que la gente pueda vivir y, con suerte, el Congreso lo aprobará para formalizarlo».