La administración de Trump ha tomado medidas drásticas al incluir en una lista negra a 80 empresas extranjeras, entre las que se encuentran subsidiarias del grupo chino Inspur, por su colaboración con el complejo militar-industrial de Pekín. Esta acción tiene como objetivo frenar el desarrollo de supercomputadoras, armas hipersónicas y tecnologías de inteligencia artificial para el ejército chino, restringiendo así el acceso a la tecnología estadounidense.
El secretario de Comercio, Howard Lutnick, afirmó que Estados Unidos no permitirá que sus adversarios utilicen la tecnología americana para fortalecer sus capacidades militares y amenazar la vida de los estadounidenses. La reacción de China ha sido predecible, calificando esta medida como una politización del comercio y expresando su frustración por ser excluido de innovaciones críticas provenientes de Estados Unidos.
Un golpe a la estrategia tecnológica china
La lista negra incluye seis subsidiarias del grupo Inspur, un gigante chino en computación en la nube que ya había enfrentado restricciones desde 2023 debido a sus vínculos con el Ejército Popular de Liberación (PLA). Las nuevas adiciones han sido señaladas por desarrollar supercomputadoras para avanzar en el programa de misiles hipersónicos y capacidades bélicas impulsadas por inteligencia artificial. Más de 50 de las empresas incluidas en esta lista tienen sede en China, mientras que otras están ubicadas en Irán, Pakistán y los Emiratos Árabes Unidos, todas acusadas de apoyar programas armamentistas hostiles.
Jeffrey Kessler, subsecretario del Comercio para Industria y Seguridad, enfatizó que la administración está enviando un mensaje claro: se trabajará incansablemente para salvaguardar la seguridad nacional impidiendo que las tecnologías y productos estadounidenses sean mal utilizados para computación de alto rendimiento, misiles hipersónicos o vehículos aéreos no tripulados que amenacen la seguridad nacional.
Reacción desafiante de Beijing
Beijing ha condenado esta acción como una violación del derecho internacional, acusando a Estados Unidos de utilizar cuestiones comerciales como arma. La Academia Beijing de Inteligencia Artificial, también incluida en la lista negra, describió su inclusión como sorprendente e infundada. Sin embargo, analistas señalan que tales protestas son comunes cuando se interrumpen las vías de adquisición tecnológica en China. Listas negras anteriores han obligado a empresas chinas como Huawei a buscar alternativas locales, lo que ha ralentizado su progreso.
Defensa de la innovación estadounidense
La reciente acción del gobierno se suma a años de esfuerzos por reducir las prácticas depredadoras de China, que incluyen el robo de propiedad intelectual y transferencias forzadas de tecnología. La inclusión del grupo Inspur ya había inquietado a fabricantes estadounidenses como AMD y Nvidia, quienes enfrentaron un mayor escrutinio sobre sus relaciones comerciales con dicha empresa. Aunque ninguna compañía ha comentado aún esta semana, expertos del sector sugieren que esta lista negra desalentará aún más asociaciones riesgosas.
A medida que las ambiciones militares chinas continúan sin señales de desaceleración, Estados Unidos parece decidido a mantener sus innovaciones más críticas fuera del alcance. En un contexto donde las tensiones entre Washington y Pekín siguen latentes, la última lista negra emitida por la administración Trump refuerza un mensaje contundente: América no subsidiará su propio eclipse tecnológico. Al cortar el acceso de China a avances duales, Estados Unidos no solo protege su economía; también defiende su futura seguridad. Para Pekín, la era de explotación desenfrenada podría estar llegando a su fin.
La noticia en cifras
Cifra |
Descripción |
80 |
Número de empresas extranjeras en la lista negra. |
6 |
Número de subsidiarias del grupo Inspur en la lista negra. |
Más de 50 |
Número de empresas listadas basadas en China. |
2023 |
Año en el que se impusieron restricciones a Inspur Group. |