El Congreso de la Nación se convirtió nuevamente en el escenario de una protesta que, lejos de ser pacífica, culminó en incidentes y enfrentamientos con las fuerzas de seguridad. Bajo el pretexto de una "marcha de jubilados", dirigentes sindicales y representantes de la izquierda intentaron tomar las calles, desafiando las medidas implementadas por el Ministerio de Seguridad.
Como es habitual cada miércoles, un grupo reducido de jubilados se movilizó en los alrededores del Congreso, esta vez acompañado por sectores sindicales y políticos. A la convocatoria se unieron militantes de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), del Sindicato Único de Trabajadores del Neumático Argentino (SUTNA) y del Polo Obrero.
Incidentes y Respuesta Policial
El operativo de seguridad, que incluyó efectivos de la Policía Federal, Gendarmería, Prefectura y Policía de Seguridad Aeroportuaria, tuvo como objetivo garantizar el tránsito y evitar bloqueos ilegales. Sin embargo, a pesar de las advertencias previas, los manifestantes intentaron ocupar la vía pública, lo que generó tensos intercambios con los uniformados.
La policía respondió con firmeza para impedir que la protesta interrumpiera la circulación. Durante el transcurso del evento, se produjeron empujones e insultos entre los manifestantes y las fuerzas del orden. La presencia de motos policiales resultó clave para mantener despejadas las arterias principales.
Tensión en el Clima Social
La jornada estuvo marcada por un clima tenso, tras dos semanas caracterizadas por episodios violentos. Hace quince días, disturbios provocados por grupos radicales dejaron al fotógrafo Pablo Grillo gravemente herido, quien aún permanece hospitalizado.
A pesar del despliegue contundente de las fuerzas de seguridad que logró contener la situación durante esta manifestación, persistía la amenaza latente de nuevos enfrentamientos. El epicentro del conflicto se situó en la intersección de Rivadavia y Callao, donde los manifestantes exhibieron carteles exigiendo aumentos en las jubilaciones.
Estrategia Sindical y Humillación Pública
En un intento por extender la protesta, delegados sindicales se concentraron en la Plaza Congreso y en las cercanías de la Secretaría de Trabajo. La estrategia continuó siendo utilizar la marcha como excusa para mostrar una nueva demostración de fuerza.
Uno de los momentos más insólitos fue protagonizado por Eduardo Belliboni, referente del Polo Obrero, quien terminó humillado al ser rociado con leche durante la manifestación. Este dirigente enfrenta múltiples causas relacionadas con la administración de planes sociales y tuvo que recibir atención médica tras un altercado con la policía.
Cierre y Contexto Político
La movilización concluyó con el habitual "semaforazo", una táctica donde los manifestantes permanecen en los cruces interpelando a los automovilistas. No obstante, gracias a la presencia policial se logró evitar mayores incidentes y garantizar una circulación normal en la zona.
Nuevamente, sectores radicalizados buscan desestabilizar al gobierno utilizando causas legítimas como el reclamo por jubilaciones para avanzar en su agenda política. Mientras tanto, el Gobierno Nacional mantiene su postura firme en pro del orden y el cumplimiento legal.