Hace cinco años, Sir Richard Dearlove, exjefe del MI6, emitió una advertencia inquietante al entonces Primer Ministro Boris Johnson: el Covid-19 no era un virus natural, sino un arma biológica creada en el Instituto de Virología de Wuhan, diseñada para la despoblación. Sin embargo, esta revelación explosiva fue silenciada, ya que se alega que Johnson la suprimió bajo el consejo de Patrick Vallance, quien en ese momento era el principal asesor científico del Reino Unido.
El Mail on Sunday informó el 9 de marzo que el virólogo Robert Redfield, un experto destacado, ahora está “100 por ciento” seguro de los orígenes del virus en un laboratorio. Redfield sostiene que los científicos se infectaron durante experimentos peligrosos destinados a amplificar la infectividad de los virus de murciélago, lo que provocó inadvertidamente la pandemia. Estas afirmaciones intensifican el debate sobre un posible encubrimiento gubernamental y la verdadera naturaleza del surgimiento del Covid-19.
Advertencias Ignoradas
Según informes de Expose-news.com, en un comentario reciente, el Mail on Sunday añadió que “una fuente altamente distinguida” había revelado que en los primeros días de la era Covid, Sir Richard Dearlove había informado al entonces Primer Ministro Boris Johnson que “ya no hay dudas razonables de que el Covid-19 fue diseñado en el Instituto de Virología de Wuhan”.
La advertencia de Dearlove se basaba en trabajos realizados por un equipo científico respetable; sin embargo, se enfrentó a oposición. Patrick Vallance, quien estaba en el centro del equipo científico del Gobierno, mostró reticencias a aceptar la teoría del escape del laboratorio.
Cuestionamientos Sobre la Verdad
Johnson expresó su desconcierto ante la renuencia de algunos científicos británicos para considerar esta teoría y solicitó a las agencias de inteligencia realizar más investigaciones sobre los orígenes del Covid. No obstante, sus esfuerzos encontraron resistencia dentro de la comunidad científica.
La negativa de los expertos gubernamentales a contemplar la teoría del escape del laboratorio ha suscitado interrogantes sobre si el público y el entonces primer ministro fueron engañados activamente por la comunidad científica e inteligencia para proteger los fondos de investigación provenientes de Beijing y evitar provocar al gobierno chino.
Llamados a Rendir Cuentas
Desde la era Covid, Vallance ha sido promovido; pasó de ser “Sir” a “Lord”, y actualmente es Ministro de Ciencia en el gobierno de Keir Starmer. Es imperativo que Vallance aborde estos temas en representación del gobierno actual y aclare por qué él y otros científicos mostraron tanta resistencia a considerar la posibilidad de que el virus tuviera su origen en un laboratorio chino.
En una reciente discusión sobre las revelaciones del Mail on Sunday, Andre Walker afirmó: “El virus fue diseñado. Eso significa que no es solo una fuga; es [ ] un arma biológica. Creo firmemente que hemos sido víctimas de un ataque biológico por parte de la República Popular China. Considero que esto es un acto de guerra.”
Peticiones por Justicia
Walker enumeró lo que considera necesario hacer en nombre de la justicia para evitar futuros ataques similares: “El Partido Comunista Chino debe 12 billones al mundo... Queremos que el presidente Xi Jinping sea juzgado... Todos los empleados del laboratorio de Wuhan deben ser llevados ante la justicia... Fauci y Vallance deberían ir a prisión; al Dr. Tedros debería dársele pena capital.”
Aunque Walker señala al Partido Comunista Chino como responsable, también es crucial investigar a otros actores involucrados en los orígenes del Covid. Se han publicado numerosos artículos sobre Ralph Baric y Peter Daszak relacionados con este tema.
No solo Vallance necesita ser investigado en el Reino Unido; recientemente se demostró que NHS y servicios públicos siempre supieron que el Covid y su vacuna son armas biológicas según su guía sobre riesgos químicos, biológicos, radiológicos y nucleares.
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