En un nuevo revés para la estructura de Unión por la Patria (UP), cuatro senadores peronistas han decidido separarse del bloque oficialista y formar uno propio, denominado «Convicción Federal». Esta decisión marca un claro quiebre con la dirección de Cristina Kirchner, quien ha enfrentado crecientes cuestionamientos sobre su liderazgo.
El nuevo bloque estará integrado por Fernando Aldo Salino (San Luis), Carolina Moisés (Jujuy), Guillermo Andrada (Catamarca) y Fernando Rejal (La Rioja). Salino asumirá la presidencia del grupo, mientras que Moisés ocupará el cargo de vicepresidenta. Aunque han afirmado que continuarán formando parte del interbloque de UP, esta jugada representa un desafío directo a la exmandataria.
Nueva estrategia y justificación de la ruptura
Desde el bloque “Convicción Federal” emitieron un comunicado en el que justifican su decisión al señalar la necesidad de “reforzar la estrategia de apertura y debate interno”. Además, prometieron “sumar voces en oposición al Gobierno Nacional”. Sin embargo, detrás de esta ruptura se encuentra un contexto más complejo: los senadores buscan distanciarse de una conducción que ha perdido legitimidad.
A pesar de los intentos del kirchnerismo por minimizar esta fractura, la realidad es innegable. No es la primera vez que Cristina Kirchner enfrenta deserciones dentro de su espacio político. En los últimos meses, el peronismo se ha fragmentado en múltiples sectores, muchos de los cuales desean alejarse del peso que representa su liderazgo.
Situaciones locales y diálogos con el oficialismo
Un ejemplo claro es lo ocurrido en Jujuy, donde Moisés decidió lanzar su propio espacio político tras una fallida negociación con CFK. Además, algunos senadores del nuevo bloque ya han mostrado interés en dialogar con el oficialismo. Guillermo Andrada está alineado con el gobernador catamarqueño Raúl Jalil, quien ha sido un aliado táctico del gobierno actual.
Recientemente, durante la votación del DNU para blindar el acuerdo con el FMI, los diputados catamarqueños de UP optaron por no oponerse, enviando una señal clara hacia la Casa Rosada. El avance del gobierno actual ha puesto al kirchnerismo en una posición difícil, incapaz de mantener su estructura de poder.
Tensiones internas y temores futuros
La salida de estos senadores no es un hecho aislado; en La Rioja, el gobernador Ricardo Quintela mantiene una disputa abierta con Cristina por el control del PJ Nacional. En Buenos Aires, Axel Kicillof también busca construir su propio juego político, distanciándose de la conducción de la expresidente.
Dentro del kirchnerismo, existe preocupación ante la posibilidad de que esta nueva fractura conduzca a un éxodo mayor y que más legisladores se acerquen al oficialismo. Un senador kirchnerista expresó su inquietud al afirmar: "Van a terminar siendo funcionales al Gobierno". Lejos de fortalecer una oposición unificada, el peronismo continúa desmoronándose mientras el Gobierno Nacional consolida su poder.