El volcán Mount Spurr, situado a 120 kilómetros de Anchorage, presenta signos alarmantes de una posible erupción inminente, según advierten los científicos. La actividad sísmica y las emisiones de gases volcánicos han aumentado significativamente, lo que indica que el magma está ascendiendo hacia la superficie.
Las emisiones de gases volcánicos, que incluyen dióxido de azufre y dióxido de carbono, se han incrementado hasta nueve veces en comparación con los niveles registrados en diciembre. Este aumento ha sido detectado por el Observatorio Volcánico de Alaska (AVO), que ha reportado más de 3,400 terremotos desde abril de 2024, muchos de ellos temblores superficiales que sugieren un movimiento del magma a menos de 2.5 millas bajo el nivel del mar.
Riesgos asociados a la erupción
En caso de que Mount Spurr entre en erupción, se prevé que el evento sea similar a las erupciones ocurridas en 1953 y 1992. Estas erupciones generaron columnas de ceniza explosivas que alcanzaron más de 15,000 metros y provocaron la caída de ceniza en gran parte del sur de Alaska. Durante la erupción de 1992, los residentes de Anchorage enfrentaron una acumulación significativa de ceniza, lo que llevó a recomendaciones sanitarias para permanecer en interiores o utilizar mascarillas para evitar inhalar partículas tóxicas.
La ceniza volcánica no solo representa un peligro para la salud humana, sino que también puede afectar gravemente la aviación. Las partículas afiladas pueden causar fallos en los motores de los aviones, lo que podría llevar al cierre temporal del Aeropuerto Internacional Ted Stevens Anchorage, uno de los más concurridos del mundo en términos de carga.
Preparativos ante la incertidumbre
A pesar de que los científicos subrayan que no hay certeza sobre una erupción inminente, advierten sobre la posibilidad de recibir señales adicionales —como un aumento mayor en la actividad sísmica y las emisiones gaseosas— que podrían ofrecer días o semanas de advertencia antes de un posible evento eruptivo. “Esperamos ver aumentos adicionales en la actividad sísmica y las emisiones gaseosas antes de una erupción”, afirmó el AVO.
Las autoridades locales están instando a los residentes a mantenerse informados y a prepararse para una posible caída de ceniza mediante el abastecimiento de mascarillas, filtros de aire y suministros básicos. La cercanía del volcán hace que Anchorage sea particularmente vulnerable; sin embargo, comunidades más pequeñas en la región también podrían enfrentar interrupciones significativas.
Mount Spurr tuvo su última erupción en 1992 desde su cráter Crater Peak, ubicado aproximadamente a tres kilómetros al sur del pico principal. Aunque este cráter no ha mostrado actividad en más de 5,000 años, el evento eruptivo anterior tuvo consecuencias considerables, evidenciando el potencial destructivo del volcán.
A medida que los científicos continúan monitoreando Mount Spurr, existe un optimismo cauteloso respecto a la posibilidad de que la actual actividad disminuya sin llegar a una erupción. Sin embargo, con riesgos elevados y semanas críticas por delante, tanto los habitantes como las autoridades deben estar preparados para cualquier eventualidad.
La reciente actividad del volcán es un recordatorio del poder impredecible de la naturaleza. Para los residentes de Anchorage y sus alrededores, la amenaza latente representa riesgos tanto para la salud como para la economía local. Mientras los científicos trabajan arduamente para proporcionar alertas tempranas, el verdadero desafío radica en estar preparados ante lo desconocido.
La noticia en cifras
Cifra |
Descripción |
75 |
Millas desde Anchorage |
11,070 |
Pies de altura del volcán |
3,400+ |
Número de terremotos desde abril de 2024 |
9x |
Aumento de emisiones de gases respecto a diciembre |