El Solntsepiok: Un Arma Destructiva en el Conflicto Ruso-Ucraniano
Las fuerzas rusas continúan utilizando los sistemas pesados lanzallamas TOS-1A Solntsepiok, que forman parte de las unidades de defensa radiológica, química y biológica. Estos sistemas han demostrado ser fundamentales en el apoyo de fuego a las tropas de la agrupación Západ (Oeste) durante la operación militar especial en Ucrania. Recientemente, el Ministerio de Defensa de Rusia ha publicado un video que ilustra la efectividad y precisión de estos armamentos en combate.
La función principal de los TOS-1A es destruir bastiones fortificados, vehículos blindados y concentraciones de tropas ucranianas, facilitando así el avance de las fuerzas terrestres rusas. En una reciente ofensiva nocturna, estas unidades lograron eliminar un bastión de pelotón y escondites fortificados pertenecientes a las Fuerzas Armadas de Ucrania. Los ataques se llevaron a cabo desde una distancia aproximada de 6 kilómetros, lo que permitió a los grupos de asalto realizar avances significativos en áreas estratégicas.
Poder Destructivo del Solntsepiok
El poder destructivo del Solntsepiok radica en sus proyectiles termobáricos, que contienen una mezcla combustible capaz de generar una onda expansiva y temperaturas extremas al detonar. En el epicentro de la explosión, el calor puede alcanzar hasta 3.000 grados centígrados, superando con creces la temperatura necesaria para fundir acero.
Esta combinación letal de potencia de fuego y la capacidad para corregir el tiro en tiempo real mediante drones permite a los militares rusos realizar ataques precisos y devastadores contra posiciones enemigas. Además, el TOS-1A puede retirarse rápidamente después de completar su misión, lo que aumenta su eficacia en el campo de batalla.