Funcionarios de alto rango de la administración del expresidente Donald Trump han mantenido conversaciones con figuras políticas ucranianas que se oponen al presidente Volodymyr Zelensky, lo que plantea interrogantes sobre posibles cambios en el liderazgo de Ucrania. Estas discusiones habrían incluido a personalidades como la ex primera ministra Yulia Tymoshenko y miembros del partido del ex presidente Petro Poroshenko.
El enfoque principal de estas charlas ha sido la posibilidad de celebrar elecciones en Ucrania, una medida a la que Zelensky se opone debido a las condiciones de guerra y las restricciones constitucionales. La situación se complica por las crecientes tensiones entre Trump y Zelensky, quien ha sido calificado por el expresidente como un “dictador” y se ha insinuado que podría no permanecer en el poder si no acepta negociar la paz con Rusia.
Tensiones entre influencia estadounidense y soberanía ucraniana
Las reuniones reportadas, confirmadas por parlamentarios ucranianos y expertos en política exterior republicanos estadounidenses, ponen de manifiesto un posible cambio en la política estadounidense hacia Ucrania. Aunque los funcionarios de Trump niegan cualquier interferencia directa en la política ucraniana, sus acciones sugieren un impulso hacia un liderazgo más alineado con la visión de Washington para poner fin al conflicto bélico.
La constitución ucraniana prohíbe la celebración de elecciones bajo ley marcial, una disposición que Zelensky ha utilizado para justificar el aplazamiento de una votación. Sin embargo, críticos sostienen que realizar elecciones durante la guerra sería caótico, dado que millones de ucranianos están desplazados o combatiendo en el frente. A pesar de esto, los aliados de Trump creen que la disminución en la popularidad de Zelensky y el descontento público por la corrupción y el desgaste por la guerra podrían hacerlo vulnerable ante una votación.
Un panorama electoral incierto
“Todos están conversando con el entorno de Trump, posicionándose como personas con las que sería más fácil trabajar”, comentó un experto en política exterior republicano bajo condición de anonimato. “Y son personas que aceptarían muchas cosas a las que Zelensky no está accediendo.”
Tymoshenko y Poroshenko, quienes han manifestado públicamente su oposición a realizar elecciones durante el conflicto bélico, habrían mantenido conversaciones informales con el equipo de Trump. El portavoz de Tymoshenko, Natalya Lysova, se negó a comentar sobre las negociaciones, mientras que el partido de Poroshenko enfatizó su compromiso con asegurar “elecciones competitivas libres y justas después de la guerra”.
Creciente crítica hacia Zelensky
La frustración de Trump hacia Zelensky ha ido aumentando y se ha vuelto más pública. En febrero pasado, lo calificó como un “dictador sin elecciones”, afirmación respaldada por algunos aliados suyos, incluyendo a Tulsi Gabbard, directora de Inteligencia Nacional. Esta crítica se intensificó tras una reunión tensa en la Casa Blanca donde Trump reprendió a Zelensky y posteriormente suspendió ayuda militar a Ucrania.
“Si podemos concretar estas negociaciones y avanzar hacia ellas poniendo medidas para generar confianza sobre la mesa, el presidente reconsiderará levantar esta pausa”, indicó Mike Waltz, asesor de seguridad nacional, sugiriendo así las condiciones necesarias para restaurar el apoyo estadounidense.
A pesar del creciente escrutinio por parte de Trump, Zelensky sigue siendo la figura política más popular en Ucrania, con un 44% de aprobación según encuestas recientes. Su competidor más cercano, Valerii Zaluzhny, está más de 20 puntos porcentuales detrás. Mientras tanto, Tymoshenko y Poroshenko obtienen solo un 5.7% y un 10%, respectivamente.
Funcionarios ucranianos han advertido que llevar a cabo elecciones durante este periodo podría desestabilizar al país y favorecer los intereses rusos. “Putin busca debilitar a Ucrania desde dentro”, afirmó Oleksandr Merezhko, presidente del Comité de Asuntos Exteriores del parlamento ucraniano. “Una campaña electoral en tiempos de guerra será destructiva para nuestra unidad y estabilidad.”
A medida que los aliados de Trump exploran alternativas al liderazgo actual en Ucrania, la situación resalta el delicado equilibrio entre la influencia estadounidense y la soberanía ucraniana. Si bien algunos en Washington consideran un cambio de liderazgo como una vía hacia la paz, otros advierten que tales movimientos podrían socavar la resistencia ucraniana y alentar a Rusia. Por ahora, Zelensky permanece firme en su compromiso por continuar luchando por la supervivencia del país—con o sin apoyo estadounidense.