La tensión política en torno a la seguridad y la construcción de cárceles en Argentina se ha intensificado. La Ciudad de Buenos Aires y la Provincia de Buenos Aires intercambian acusaciones, mientras critican al Gobierno de Javier Milei. En este contexto, la ministra de Seguridad Nacional, Patricia Bullrich, ha respondido con firmeza a los reclamos formulados por Jorge Macri y Mauricio Macri, recordándoles que la Ciudad tiene compromisos incumplidos que deben ser atendidos.
El enfrentamiento escaló cuando el jefe de Gobierno porteño exigió un "plan con calendario" para el traslado de reclusos a cárceles federales, subrayando que "las comisarías no son cárceles". Esta solicitud fue respaldada por Mauricio Macri, quien criticó al Ministerio de Seguridad nacional. Bullrich, sin titubear, respondió: "Los compromisos se cumplen. Al no haberlo hecho, generaron un problema y ahora quieren sacarse la responsabilidad de encima".
Un acuerdo incumplido
Bullrich recordó que en 2018, durante la presidencia de Mauricio Macri, la Ciudad firmó un convenio para construir una nueva cárcel en Marcos Paz a cambio de quedarse con el predio de Devoto. Sin embargo, esa obra ha permanecido paralizada durante cinco años. La ministra dejó claro que es momento de que la Ciudad asuma su responsabilidad en la crisis penitenciaria.
"Se quedaron con la policía y con la cárcel de Devoto, pero pretenden que el resto del país les soporte los presos", enfatizó Bullrich. Además, señaló que desde el inicio del mandato de su primo se ofrecieron diversas soluciones, como enviar presos al sur o construir módulos en terrenos del Servicio Penitenciario Federal (SPF), propuestas que no fueron aceptadas.
Desafío al Gobierno porteño
Bullrich desafió al Gobierno porteño a firmar la transferencia del Servicio Penitenciario Federal: "Hoy, por cinco años de desidia, se les acumularon más de 2.000 presos. Firmen la transferencia y dejen de llorar". Agregó que "todas las provincias se hacen cargo de sus presos y cárceles; es momento de que ellos también lo hagan".
A esta disputa se sumó Axel Kicillof, quien en su discurso inaugural ante la Legislatura bonaerense intentó diferenciarse al destacar supuestas construcciones carcelarias en su provincia y criticando nuevamente al Gobierno nacional.
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