En el contexto de la Guerra Fría, el gobierno de los Estados Unidos llevó a cabo un programa secreto que desdibujó las fronteras entre la ciencia, el espionaje y lo sobrenatural. Desde la década de 1950 hasta mediados de la década de 1990, las agencias de inteligencia y el ejército estadounidense invirtieron millones de dólares en la investigación sobre la percepción extrasensorial (ESP) y la psicokinesis (PK), fenómenos que habían sido desestimados como pseudociencia.
Este esfuerzo, documentado en el libro «Phenomena: The Secret History of the U.S. Government’s Investigations Into Extrasensory Perception and Psychokinesis» de Annie Jacobsen, revela un capítulo poco conocido de la historia estadounidense donde el gobierno buscó aprovechar el poder de la mente humana con fines militares y de inteligencia.
Influencia del Ocultismo Nazi
La fascinación del gobierno estadounidense por las habilidades psíquicas se origina en el periodo posterior a la Segunda Guerra Mundial, caracterizado por el temor a la aniquilación nuclear y el inicio de la Guerra Fría. En su afán por obtener cualquier ventaja estratégica sobre la Unión Soviética, se recurrió a métodos poco convencionales, incluyendo la exploración de ESP y PK.
Estos esfuerzos fueron fuertemente influenciados por el interés profundo que mostró Alemania Nazi en lo oculto durante la guerra. Heinrich Himmler, líder de las SS, estableció la Ahnenerbe, una organización científica dedicada a investigar fenómenos místicos y sobrenaturales. Aunque gran parte del trabajo realizado fue destruido posteriormente, permaneció en la mente americana el temor a que los soviéticos pudieran estar explorando avenidas similares.
Investigaciones y Experimentos
En 1972, la CIA se acercó a investigadores del Instituto de Investigación de Stanford (SRI) con una pregunta audaz: ¿podría demostrarse experimentalmente la existencia de ESP y PK? Para 1975, la CIA había llegado a la conclusión de que existía “un amplio cuerpo de evidencia experimental confiable” que apoyaba esta existencia, un hallazgo que sorprendió tanto a científicos como a miembros de las agencias de inteligencia.
A raíz de este descubrimiento, diversas ramas del ejército estadounidense lanzaron programas propios para explorar el potencial de los fenómenos psíquicos con fines militares. Uno de los usos más inusuales fue el interés de la Marina por emplear telepatía como método comunicativo en caso de un ataque nuclear, bajo la premisa de que los mensajes telepáticos podrían penetrar en las profundidades del océano donde las señales radiales tradicionales no podían llegar.
Métodos No Convencionales
Por otro lado, el Ejército realizó experimentos en Vietnam donde un equipo liderado por Louis J. Matacia entrenó a marines para utilizar varas adivinatorias con el fin de localizar túneles enemigos. Aunque los resultados fueron variados, este programa evidenció la disposición militar para explorar métodos no ortodoxos ante formas inusuales de guerra.
Una figura intrigante dentro de esta narrativa es Andrija Puharich, neurobiólogo e inventor que afirmó haber descubierto una misteriosa fuerza energética detrás de la percepción extrasensorial. Su trabajo capturó rápidamente la atención del gobierno estadounidense y fue reclutado para llevar a cabo experimentos para la CIA y el Ejército. Las investigaciones realizadas por Puharich abarcaron desde hongos alucinógenos hasta colaboraciones con un escultor neerlandés que decía canalizar entidades egipcias antiguas.
El Cierre del Programa Psíquico
A medida que el programa psíquico del SRI ganaba impulso, la CIA expandió sus esfuerzos hacia territorios aún más controvertidos al experimentar con control mental utilizando drogas como LSD e hipnosis. También se exploraron armas psicotrónicas que supuestamente utilizaban ondas electromagnéticas para alterar la mente y cuerpo humanos. La Unión Soviética también estaba profundamente involucrada en investigaciones psíquicas, alimentando así las preocupaciones estadounidenses sobre posibles capacidades soviéticas en este ámbito.
A finales de los años 90, tras concluirse la Guerra Fría y surgir nuevas tecnologías como vigilancia satelital y ciberseguridad, el interés gubernamental estadounidense por fenómenos psíquicos comenzó a decaer. En 1995, se cerró oficialmente el programa psiquico de la CIA, marcando así el fin era del espionaje psíquico patrocinado por el gobierno.
Legado Actual
A pesar del cese oficial del financiamiento para investigaciones sobre ESP y PK por parte del gobierno estadounidense, hoy día persiste un legado importante. La investigación moderna en defensa ha comenzado a enfocarse en conceptos como "sensemaking", o capacidad para entender y anticipar eventos como herramientas potenciales para operaciones militares e inteligencia. La idea de usar tecnología para mejorar percepción humana sigue cautivando tanto a científicos como a responsables políticos.
Vea este video que presenta las investigaciones realizadas por Annie Jacobsen en «Phenomena: The Secret History of the U.S. Government’s Investigations Into Extrasensory Perception and Psychokinesis».
La noticia en cifras
Cifra |
Descripción |
Millones |
Inversión del gobierno en investigación sobre ESP y PK. |
1950-1995 |
Período durante el cual se realizó la investigación. |
1975 |
Año en que la CIA concluyó que había evidencia confiable para ESP. |
1995 |
Año en que se cerró oficialmente el programa de investigación psíquica. |