Israel ha decidido suspender toda la ayuda humanitaria destinada a Gaza, una medida que busca presionar a Hamas para que extienda un frágil acuerdo de cese al fuego. Esta acción ha generado una amplia condena internacional.
La decisión fue anunciada por la oficina del Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y se produce tras el rechazo de Hamas a una propuesta respaldada por Estados Unidos para prolongar la tregua durante las festividades de Ramadán y Pascua. La primera fase del cese al fuego, que incluyó un intercambio de prisioneros y un aumento en las entregas de ayuda, expiró el sábado, dejando estancadas las negociaciones para una segunda fase. Críticos sostienen que el bloqueo de alimentos y suministros por parte de Israel equivale a un castigo colectivo y podría llevar a los 2.3 millones de habitantes de Gaza a una nueva crisis de hambre y desesperación.
Suspensión de ayuda genera indignación
La oficina de Netanyahu justificó la suspensión de la ayuda como respuesta a la negativa de Hamas a aceptar el "marco Witkoff", una propuesta del enviado estadounidense Steve Witkoff para extender el cese al fuego. En su comunicado, se advirtió que “Israel no permitirá un cese al fuego sin la liberación de nuestros rehenes”, amenazando con “consecuencias adicionales” si Hamas continúa rechazando el acuerdo. Sin embargo, Hazem Qassem, portavoz de Hamas, acusó a Israel de “chantaje barato” y trató la suspensión como un “crimen de guerra” y un “ataque flagrante” al acuerdo.
Durante la primera fase del cese al fuego, mediada por Estados Unidos, Qatar y Egipto, Hamas liberó a 33 rehenes israelíes a cambio de aproximadamente 2,000 prisioneros palestinos. Actualmente, 59 rehenes permanecen en Gaza, con funcionarios israelíes estimando que al menos 35 están muertos. La segunda fase aún está pendiente de negociación e incluiría un alto al fuego prolongado, la liberación de los cautivos restantes y una retirada completa de Israel de Gaza.
Crisis humanitaria se agrava
La suspensión de ayuda ha suscitado fuertes críticas por parte de organizaciones internacionales y mediadores. Egipto y Qatar han acusado a Israel de violar el derecho humanitario al utilizar el hambre como arma. Tom Fletcher, jefe humanitario de la ONU, calificó la decisión como “alarmante”, subrayando que el derecho internacional exige acceso irrestricto a la ayuda. El Comité Internacional de la Cruz Roja advirtió que deshacer el cese al fuego podría sumergir nuevamente a Gaza en “desesperación”.
Durante las seis semanas del cese al fuego anterior, alrededor de 600 camiones con ayuda ingresaron diariamente a Gaza, lo que alivió los temores sobre una posible hambruna. Sin embargo, los residentes reportaron precios exorbitantes tras conocerse el cierre. Fayza Nassar, habitante del gravemente dañado campo de refugiados Jabaliya, advirtió sobre “hambre y caos” si la ayuda sigue bloqueada.
Acusaciones sobre genocidio aumentan
La decisión israelí ha reavivado acusaciones sobre genocidio y crímenes de guerra. La Corte Penal Internacional ya había mencionado “el hambre como método bélico” en su orden de arresto contra Netanyahu el año pasado. El caso presentado por Sudáfrica ante la Corte Internacional de Justicia también se centra en alegaciones de genocidio. Kenneth Roth, exdirector ejecutivo de Human Rights Watch, condenó la suspensión como una “reanudación de la estrategia criminal del hambre”.
Israel niega estas acusaciones y atribuye las carencias en la ayuda a los desafíos logísticos que enfrenta la ONU, además de acusar a Hamas de desviar suministros. No obstante, críticos argumentan que como potencia ocupante, Israel tiene un “deber absoluto” según las Convenciones de Ginebra para facilitar la asistencia humanitaria.
A medida que las familias continúan presionando al gobierno israelí para priorizar la liberación de los rehenes restantes, Lishay Miran-Lavi, esposa del rehén Omri Miran, expresó: “No podemos permitirnos posponer las negociaciones sobre el acuerdo para todos [los rehenes]”. Según cifras del Ministerio de Salud en Gaza, más de 48,000 palestinos han perdido la vida desde que comenzó el conflicto tras el ataque realizado por Hamas el 7 de octubre.
A medida que el cese al fuego se encuentra al borde del colapso debido a esta decisión israelí sobre la ayuda humanitaria, las tensiones han aumentado considerablemente y han provocado condenas globales. Mientras Netanyahu presenta esta medida como un medio para asegurar la liberación de los rehenes, gran parte del mundo lo percibe como una táctica cínica e inhumana que agrava la crisis humanitaria en Gaza. Con las negociaciones estancadas para una segunda fase del acuerdo, el camino hacia la paz permanece incierto, dejando a millones de palestinos y familiares con rehenes en angustiante limbo.
La noticia en cifras
Cifra |
Descripción |
59 |
Hostages remaining in Gaza |
35 |
Estimated number of hostages feared dead |
48,000 |
Palestinian deaths reported since the war began |
90% |
Percentage of Gaza's population displaced due to bombardment |