Verónica Ojeda ha decidido romper el silencio y compartir la difícil situación que enfrenta su hijo, Dieguito Fernando Maradona. El menor, que cuenta con 12 años y es fruto de su relación con el fallecido Diego Armando Maradona, atraviesa un momento emocionalmente complejo, al que su madre se refiere como una «crisis de identidad», en medio del conflicto judicial relacionado con la muerte del reconocido futbolista.
Durante una entrevista en el programa Intrusos, Ojeda destacó que su hijo “ya es adolescente y entiende absolutamente todo”. Además, mencionó que Dieguito se siente impactado por los comentarios y noticias que circulan sobre su familia. “Me pregunta y, muchas veces, le da rabia lo que dicen. Es más, ya no quiere que le diga Dieguito; me dice: ‘Yo soy Diego’”, relató.
Impacto emocional y búsqueda de verdad
La ex profesora de deportes también subrayó que el niño está expuesto a información que le afecta emocionalmente. “Él se enoja mucho y ve todas estas cosas, entonces, yo tengo que tener mucho cuidado. Este año va a ser importante para toda la familia porque queremos saber la verdad. Mi hijo lo siente dentro, no habla tanto y se queda con todo adentro”, confesó Ojeda.
Asimismo, enfatizó que Dieguito sigue lidiando con la ausencia de su padre, lo cual provoca fluctuaciones en sus emociones: “Hay días en los que se enoja con su papá, otros en los que habla mucho de él, y algunos en los que no quiere que se mencione el tema”.
Cautela ante el juicio y futuro incierto
En este contexto, Ojeda ha optado por alejarse de los medios para proteger a su hijo. También hizo referencia a la diferencia de edad entre Dieguito y sus hermanos mayores: Dalma, Gianinna y Diego Junior. “Ellos ya son grandes y pueden manejar la situación, pero él todavía no. Igual, agárrense, porque… ¡Dentro de unos años tiene un pico!”, expresó entre risas, sugiriendo que su hijo tiene un carácter fuerte que seguramente se manifestará en el futuro.
El inicio del juicio que determinará responsabilidades en la muerte de Maradona también ha influido negativamente en el estado emocional del menor. En este sentido, Ojeda prefirió ser cautelosa con sus declaraciones: “La justicia lo dirá. Yo hablé mucho con mi psicóloga y la de Dieguito. Cada palabra que diga puede afectarlo porque todavía es muy chico”, concluyó.