Una masiva manifestación se llevó a cabo frente a la Municipalidad de La Plata, donde cientos de personas se reunieron para exigir justicia por el brutal asesinato de Kim Gómez, una niña de 7 años que perdió la vida a manos de dos delincuentes, también menores de edad, durante un intento de robo a un automóvil.
La protesta culminó con daños significativos en la sede del gobierno local. La indignación y el descontento hacia el gobernador Axel Kicillof y el intendente Julio Alak resonaron en toda la ciudad.
Reacciones tras el crimen
A raíz del impacto que causó el crimen en la comunidad y los perturbadores resultados de la autopsia, que ya forman parte del expediente investigativo, una gran cantidad de residentes decidió acompañar al padre y a su familia durante el entierro.
Posteriormente, la movilización se trasladó hasta la Plaza Moreno, centro neurálgico de la ciudad, donde se exigió justicia y mayores medidas de seguridad, ante un entorno que muchos consideran completamente liberado para los delincuentes.
Tensión en las calles
Dentro del marco de la protesta frente a la Municipalidad, se vivieron momentos de alta tensión debido a la justificada ira de los manifestantes, quienes denunciaron la falta de respuestas ante el creciente problema de inseguridad que, bajo la inacción del gobierno kirchnerista, continúa cobrando nuevas víctimas cada día.
Después de expresar su descontento contra el edificio municipal, los manifestantes avanzaron seis cuadras hasta llegar a la Casa de Gobierno provincial. Allí, sus reclamos se dirigieron directamente al gobernador Axel Kicillof, demandando acciones concretas para frenar la grave ola delictiva.
Cacerolazos y críticas al sistema judicial
Frente a las instalaciones del gobierno provincial, los asistentes se acercaron a las rejas del edificio y, entre cacerolazos y bocinas, dejaron escuchar su indignación mediante cánticos como «Que se vayan todos, que no quede ni uno solo».
Una manifestante expresó su desaprobación hacia el modelo populista del kirchnerismo: «Yo quiero seguridad; no me interesa tener una plaza bonita si no hay seguridad y matan a los niños todos los días. Es algo básico.
Llamados a cambios legislativos
Aparte de las exigencias generales sobre seguridad, también surgieron fuertes críticas hacia el Poder Judicial. «Hay jueces garantistas; los delincuentes entran por una puerta y salen por otra
Aumenta así la demanda para reducir la edad de imputabilidad, buscando que menores de 18 años puedan ser juzgados como adultos. Esta es una propuesta que ha sido impulsada desde el inicio del gobierno de Javier Milei, aunque aún espera aprobación en el Congreso.