Pablo Iglesias, líder de Podemos y vicepresidente del gobierno de Pedro Sánchez, de compras sin mascarilla

El pasado fin de semana los vecinos de Galapagar, donde Pablo Iglesias y su pareja, Irene Montero, viven en un conocido chalet, no daban crédito a cómo el viceministro realizaba compras en el Supercor del barrio, paseaba por los pasillos y elegía sus productos sin estar cubierto con mascarilla, así como su escolta, que mostraba sin recato su arma en el cinto que apenas disimulaba con la chaqueta blanca.

Resulta que en la mayoría de los centros comerciales abiertos se impone que quienes entren utilicen guantes y se les aconseja, como hace el propio ministerio de Sanidad, la utilización de mascarilla.

Pablo consintió ponerse los guantes de plástico que le ofrecieron a la entrada del centro, no así su escolta que se excusó porque no realizaría compra alguna y prometió no tocar los alimentos de las estanterías.

Máxime cuando es una obviedad que puede estar infectando el dichoso coronavirus dado que hasta su pareja y madre de sus hijos dio positivo en varias ocasiones, lo que le obligó a guardar la correspondiente cuarentena hasta que se curó.

De hecho, ya fue señalado cuando el 14 de marzo acudió al consejo de ministros celebrado en Moncloa sin protección, a pesar de haberse hecho público que su pareja había dado positivo en el virus y que se encontraba recluida en su chalé de Galapagar. Aunque en las redes se comentó que desde hacía cuatro meses el líder de Podemos no vivía con su pareja en el chalé de Galapagar, sino que pernoctaba en el apartamento del ministerio, y que le acompañaba la nueva asesora, Lilith Verstrynge, hija del conocido político Jorge, que se dio a conocer cuando era el segundo de Alianza Popular, el partido de Fraga Iribarne. Una jovencita de 27 años que habla varios idiomas y tiene varias licenciaturas, y que se encontraba en el Parlamento Europeo en la nómina de Podemos.

En las redes sociales se distribuyó el presente vídeo que algún vecino grabó sin que los escoltas se percataran.