Esa es la impresión que le ha dado a gran parte del colectivo de sanitarios del país, que incluso se ha querellado en los últimos días contra el Ministerio de Sanidad y el Gobierno tras sentirse "abandonados" e incluso haber puesto en peligro sus vidas con compras tardías y de mala calidad, y una falta de material que no llega mientras que los test masivos no lo son tanto como para mostrar un mapa de seroprevalencia del virus que impida atajar con claridad las siguientes medidas a tomar pese a que ya se ha iniciado una fase previa a la 'vuelta a la normalidad' que no será tal por mucho que el Ejecutivo de Sánchez se empeñe.
Contradicciones constantes
El Gobierno es incapaz de decir el número de test que se realizan en España. Las contradicciones son constantes, con un baile de cifras que evidencia la incapacidad de testear masivamente a la sociedad con el fin de iniciar el desconfinamiento de forma segura.
Hemos escuchado a Pedro Sánchez, Salvador Illa o Fernando Simón contradecirse a ellos mismos señalando, textualmente, que en España se ha realizado un millón de test; 40.000 PCR al día; 20.000 diarias; 700.000 a la semana... Incluso hemos llegado a escuchar que "España es uno de los países que más test realiza", sin especificar cuántos ni a cuántas personas (ya que una sola persona puede haberse realizado varios).
Pese a que Illa anunció hace cuatro semanas la compra a China de cinco millones de test, que recibiríamos de forma secuencial hasta junio, por lo que no cuadra este dato con los más de dos millones que dice haber repartido Sanidad a las comunidades.
Además, la mayoría del personal sanitario denuncia que no se les hacen las pruebas, mientras que el Gobierno ha anunciado un nuevo retraso del esperado ensayo de seroprevalencia, pese a que se anunció el 7 de abril para testear a una muestra aleatoria de 60.000 personas seleccionada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), lo que los expertos ven insuficiente para implantar las medidas de desconocimiento a una población tan numerosa
De hecho, ni el propio Sánchez da fechas concretas. En su último discurso advirtió que la desescalada se prolongaría durante todo el mes de mayo y "veremos lo que pasa en junio", por lo que nos enfrentamos a semanas de incertidumbre en una sucesión que parece infinita de estados de alarma de distina intensidad.
Se volverán a poner en marcha los vuelos entre Europa y las islas españolas
El pasado martes, cientos de propietarios de inmuebles de Mallorca enviaron cartas a la presidenta de Baleares, Francina Armengol, para criticar que no se les deje volver a sus segundas residencias en verano, lo que consideran una "violación" del derecho a la propiedad.
La socialista balear se puso manos a la obra y ya ha arrancado al ministro de Transportes, José Luis Ábalos, unas declaraciones que suponen toda una declaración de intenciones: "Como es de nuestro interés mantener este turismo, tenemos que ver si podemos abrir algunas vías de compromiso y responsabilidad entre ambos países con garantía de la seguridad sanitaria, para que esto pueda ser una realidad".
Esto ha sido tomado como pretexto por el presidente canario, el socialista Ángel Víctor Torres, aprovechando que su comunidad es de las menos afectadas, por lo que pretendía recuperar la normalidad casi en su práctica totalidad este lunes 27, sin embargo, se encontró con un Sánchez esgrimiendo un único mandato a las comunidades por parte del Gobierno central.
Sin embargo, el PSOE ya ha mostrado por dónde van los tiros, y es que se espera que las islas puedan recuperar la normalidad antes que en la península, pese a que reabrir el tráfico aéreo a Europa pueda suponer nuevos infectados locales por los procedentes del extranjero, el problema al que precisamente se está enfrentando China en la actualidad, donde los nuevos casos no son locales si no importados.