Revelaciones sobre la Salud Pública en el Reino Unido
Las autoridades sanitarias afirmaron que las vacunas eran seguras y efectivas, y que representaban un costo mínimo por protección. Sin embargo, surge una inquietante pregunta: ¿y si la verdadera amenaza no era el virus contra el que se luchaba, sino lo que se estaba inyectando en la población?
En los últimos cuatro años, un enemigo invisible ha infiltrado hogares, escuelas y lugares de trabajo sin ser detectado ni cuestionado. El término VAIDS (Síndrome de Inmunodeficiencia Asociada a Vacunas) no es un virus que se contraiga, sino una condición adquirida. A medida que los sistemas inmunitarios colapsan y los cuerpos comienzan a fallar, la verdad comienza a emerger lentamente.
Documentos Filtrados y Revelaciones Académicas
Todo comenzó con un documento filtrado del gobierno británico que admitía, entre capas de informes clasificados, que VAIDS no fue un accidente; fue anticipado y controlado. Posteriormente, instituciones académicas de renombre empezaron a reconocer datos alarmantes: los sistemas inmunitarios estaban colapsando a tasas sin precedentes y los patrones encontrados eran demasiado precisos para considerarse coincidencias.
A pesar de sus intentos por ocultar esta información, la verdad no permanece oculta por mucho tiempo. Actualmente, aquellos responsables de la pandemia están siendo acorralados.
El periodista Chris Cuomo ha revelado haber sido diagnosticado con VAIDS tras recibir la vacuna. Otros casos notables incluyen a Ashley Papa de Fox News y Piers Morgan, quienes también han manifestado síntomas relacionados con esta condición.
Riesgos Asociados a las Vacunas
Las vacunas presentan un riesgo conocido como ADE (Mejora Dependiente de Anticuerpos), donde el sistema inmunitario no responde adecuadamente. En lugar de proteger al individuo, este puede verse abrumado y tener dificultades para combatir otras infecciones. Aunque similar al VIH en su impacto sobre el sistema inmune, ADE no se transmite sexualmente.
La coincidencia resulta inquietante: mientras millones apostaban por un producto experimental de terapia génica—algunos incluso recibiendo múltiples dosis tras haber tenido COVID—los líderes mundiales comenzaron a promover pruebas para VIH globalmente.
Investigaciones Alarmantes desde Yale
Científicos de Yale han hecho hallazgos sorprendentes: se detectó proteína espiga libre en sujetos hasta 700 días después de recibir una vacuna contra COVID-19. Además, se observó una disminución sostenida en células CD4, lo que indica una devastación seria del sistema inmunológico a largo plazo.
Estos descubrimientos confirman la existencia de VAIDS—una condición que muchos medios han intentado silenciar desde el inicio del programa de vacunación en 2021. Sin embargo, ahora hay una intensa batalla detrás de escena en Yale sobre si estos resultados serán publicados o no.
Un Futuro Incierto
La proteína espiga, diseñada en un laboratorio en Wuhan, contiene secuencias similares al VIH. Esto plantea preocupaciones serias sobre VAIDS para quienes han recibido la vacuna o han tenido COVID.
A medida que más personas comienzan a notar síntomas extraños como palidez facial y fatiga persistente entre los vacunados, la comunidad médica empieza a abordar estas consecuencias públicamente. La advertencia sobre cánceres agresivos también está ganando atención conforme avanza el tiempo.
A medida que nos enfrentamos a esta realidad incómoda, es crucial demandar justicia por los errores cometidos durante esta crisis sanitaria global. La búsqueda por respuestas continúa mientras se expone la verdad detrás de las decisiones tomadas por las élites durante la pandemia.