Moderna enfrenta sanción por atraer a niños a ensayos de vacunas contra COVID-19
La farmacéutica Moderna ha sido multada tras utilizar ositos de peluche para atraer a niños de tan solo 12 años a participar en ensayos clínicos de la vacuna contra el COVID-19, sin el conocimiento o consentimiento de sus padres. Esta táctica ha sido calificada por críticos como “profundamente siniestra”.
El escándalo se origina en anuncios de reclutamiento inquietantes publicados por el Bradford Teaching Hospitals NHS Foundation Trust en 2023, que dirigían abiertamente su mensaje a los menores, ignorando a sus progenitores.
Promesas engañosas y reacciones contundentes
Los anuncios prometían sin vergüenza un certificado y un osito de peluche a los jóvenes participantes, una clara estrategia para atraer a niños impresionables hacia un ensayo clínico considerado innecesario y éticamente cuestionable.
Las críticas no tardaron en llegar. Molly Kingsley, fundadora de UsForThem, expresó su indignación:
“Que una empresa farmacéutica intente sobornar a niños con la oferta de ositos de peluche gratuitos para participar en un ensayo de un producto que conlleva cierto riesgo es un comportamiento siniestro y profundamente desagradable.”
Para el momento del ensayo NextCOVE, ya estaba establecido que los niños sanos enfrentaban un riesgo mínimo ante el COVID-19, lo que hacía redundante la premisa misma de estos ensayos.
Regulaciones ignoradas y consecuencias mínimas
Bajo las regulaciones sobre medicamentos para uso humano (Clinical Trials Regulations), las empresas tienen prohibido ofrecer incentivos o inducimientos financieros a los niños en ensayos clínicos. Sin embargo, Moderna desatendió estas salvaguardias en su afán por probar su más reciente producto.
Esther McVey, exmiembro del Grupo Parlamentario sobre daños causados por la vacuna contra COVID-19, criticó duramente la conducta de la industria farmacéutica:
“Este comportamiento impactante establece un nuevo estándar bajo para la industria farmacéutica. Su castigo fue una multa de solo £44,000, una suma irrisoria para una empresa de este tamaño.”
Desconfianza creciente en la industria farmacéutica
Efectivamente, Moderna, que ha acumulado miles de millones gracias a sus inyecciones génicas contra el COVID-19, se enfrenta a una multa insignificante que apenas puede considerarse una advertencia.
A medida que surgen más escándalos como este, la confianza en la industria farmacéutica continúa erosionándose, evidenciando que para estas corporaciones, la ética queda relegada frente al afán de lucro.