www.mil21.es
Protestas de agricultores en Londres contra el nuevo impuesto a herencias que amenaza las granjas familiares

Protestas de agricultores en Londres contra el nuevo impuesto a herencias que amenaza las granjas familiares

viernes 14 de febrero de 2025, 12:40h

Escucha la noticia

Cientos de agricultores se manifestaron en Londres contra la propuesta del Partido Laborista de imponer un impuesto de herencia del 20% sobre las granjas valoradas en más de £1 millón, que entraría en vigor en abril de 2026. Este nuevo impuesto pone en peligro una exención histórica que permitía la transmisión de granjas familiares sin incurrir en impuestos, lo que podría desencadenar una "crisis humanitaria" y aumentar el suicidio entre agricultores. La protesta, organizada por Save British Farming, contó con el apoyo de figuras prominentes como Nigel Farage y más de 150,000 firmantes en una petición electrónica. Los críticos argumentan que esta política refleja un desconexión entre el gobierno y las comunidades rurales, priorizando la producción alimentaria corporativa sobre la agricultura tradicional. La lucha contra este "impuesto a la muerte" es vista como esencial para preservar el patrimonio agrícola británico y asegurar el futuro de las granjas familiares.

En Londres, cientos de agricultores se manifestaron en contra de la propuesta del Partido Laborista de implementar un impuesto de herencia del 20% sobre las granjas valoradas en más de £1 millón, el cual está previsto que entre en vigor en abril de 2026. Esta nueva medida pone en riesgo una exención histórica que permitía la transmisión de granjas familiares sin incurrir en impuestos por herencia, lo que podría desencadenar una “crisis humanitaria” y un aumento en los suicidios entre los agricultores.

Figuras prominentes como Nigel Farage y más de 150,000 firmantes de una petición electrónica apoyan la causa de los agricultores, subrayando la necesidad de que el gobierno reconsidere su decisión. Los críticos argumentan que las políticas del Partido Laborista reflejan una desconexión general entre el gobierno y las comunidades rurales, persiguiendo una agenda tecnocrática y globalista que prioriza los alimentos sintéticos y cultivados en laboratorio sobre la agricultura tradicional.

Un impuesto sobre la tradición

El núcleo de esta controversia radica en el plan del Partido Laborista para imponer un impuesto del 20% a las herencias sobre granjas con un valor superior a £1 millón. Esta medida pone fin a una exención que ha sido crucial para generaciones de agricultores.

Para muchos, el impuesto representa más que una carga financiera; es una amenaza existencial. Alan Hughes, un agricultor de 36 años originario de la frontera entre Hereford y Shropshire, expresó su preocupación durante un evento de la campaña Farmers To Action: “Mi temor, como el de muchos aquí, es ser la última generación en cultivar nuestra tierra. El Partido Laborista no quiere agricultores. Prefieren que grandes corporaciones produzcan alimentos, porque saben que quienes controlan lo que comemos controlan a la nación.”

Un movimiento creciente

La protesta, organizada por Save British Farming, reunió convoys de tractores e incluso tanques que bloquearon el centro de Londres. Los agricultores ondeaban banderas británicas y portaban pancartas demandando al gobierno revertir su decisión. Este evento marcó la tercera manifestación en cuatro meses, evidenciando la profunda frustración del sector agrícola británico.

Liz Webster, fundadora de Save British Farming, advirtió sobre una potencial “crisis humanitaria”, citando el riesgo elevado de suicidios entre los agricultores. “Los agricultores mayores ahora saben que si fallecen antes de abril del próximo año, no habrá una deuda impagable por su granja”, comentó. “Muchos pensarán: ‘No quiero dejar a mi familia cargada con una deuda insostenible, perderán su hogar y su medio de vida.’”

Una agenda globalista?

A medida que crece el apoyo público hacia este movimiento —con más de 150,000 firmas en una petición electrónica— los agricultores están decididos a hacer oír sus voces. Críticos sostienen que las acciones del gobierno reflejan un distanciamiento hacia las comunidades rurales. John McTernan, exsecretario político de Tony Blair, provocó indignación al afirmar que Gran Bretaña “no necesita pequeños agricultores”. Aunque Keir Starmer se distanció de esos comentarios, las acciones del gobierno sugieren lo contrario.

El cambio propuesto al impuesto sobre herencias, junto con las ambiciosas metas del Partido Laborista para reducir emisiones —incluyendo un recorte del 20% en el consumo de carne y lácteos dentro de cinco años— ha dejado a muchos agricultores sintiéndose traicionados. Como observó el agricultor Robin Milton: “No hay ninguna indicación clara de que el Partido Laborista esté apoyando a la agricultura.”

Una lucha por el futuro

La batalla por el “impuesto sobre la muerte” trasciende lo económico; se trata también de preservar un estilo de vida que ha sustentado a Gran Bretaña durante siglos. Las granjas familiares no son solo negocios; son el pilar fundamental de las comunidades rurales y guardianes del patrimonio agrícola.

A medida que continúan las protestas, queda la pregunta: ¿Escuchará el gobierno? ¿O persistirá en políticas que amenazan con llevar a los pequeños agricultores a la extinción? Por ahora, los agricultores están decididos a luchar —no solo por sus medios de vida— sino por el futuro de la agricultura británica.

Las palabras de Liz Webster resuenan con fuerza: “Estamos realmente asustados ante la posibilidad de ver una crisis humanitaria.” Si el gobierno no actúa pronto, ese temor podría convertirse en realidad.

La noticia en cifras

Cifra Descripción
20% Propuesta de impuesto sobre herencias
£1 millón Valor de los campos afectados por el impuesto
Abril de 2026 Fecha de entrada en vigor del nuevo impuesto
150,000 Número de firmantes en la petición electrónica contra el impuesto
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios