La reciente publicidad de la empresa de telemedicina Hims & Hers durante el Super Bowl, titulada “Sick of the System”, ha generado una ola de críticas por parte de defensores de la salud, legisladores y profesionales médicos. Este anuncio, que promueve medicamentos compuestos para la pérdida de peso, ha sido acusado de apropiarse del mensaje del movimiento “Make America Healthy Again”, que aboga por soluciones naturales para la salud, con el fin de comercializar productos farmacéuticos. Esta estrategia ha llevado a acusaciones de prácticas engañosas e ilegales.
Los senadores Richard Durbin y Roger Marshall han expresado su preocupación ante la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) sobre la naturaleza engañosa del anuncio. Expertos en salud como el Dr. Scott Hagan y Shabbir Imber Safdar lo han calificado como “cínico” y “peligroso”. El anuncio destaca un medicamento llamado semaglutida, que no cuenta con la aprobación de la FDA, lo que suscita inquietudes acerca de su seguridad y eficacia. Los especialistas advierten sobre los riesgos potenciales de sobredosis asociados a este tipo de medicamentos.
Un enfoque cuestionable hacia la salud
El Super Bowl, conocido como el evento televisivo más visto en Estados Unidos, ha sido tradicionalmente un espacio para publicidades audaces. Sin embargo, este año un anuncio controvertido ha desatado críticas severas. La pieza publicitaria critica la industria de la pérdida de peso valorada en 160 mil millones de dólares y presenta imágenes de comida chatarra mientras sostiene que “algo está roto, y no son nuestros cuerpos”. Posteriormente, se presenta a Hims & Hers como una solución “transformadora” al problema del sobrepeso.
Calley Means, fundador de TrueMed y exconsultor para importantes empresas del sector alimentario y farmacéutico, calificó el anuncio como “ilegal”. En sus declaraciones afirmó que los anuncios que promueven medicamentos deben comunicar los riesgos asociados al producto. Además, criticó el uso cínico del mensaje del movimiento MAHA para promover un producto que podría tener efectos secundarios graves.
Reacciones desde el ámbito legislativo y médico
El anuncio también ha atraído la atención negativa de legisladores. Los senadores Durbin y Marshall enviaron una carta al director interino de la FDA advirtiendo que el anuncio podría inducir a error a los pacientes. Señalaron que no se proporciona información sobre efectos secundarios ni advertencias sobre seguridad como sería habitual en un anuncio farmacéutico.
Aunque el anuncio incluye un breve aviso en letra pequeña indicando que los medicamentos no están aprobados por la FDA, este es fácil de pasar por alto. La presentación general sugiere que estos fármacos son una solución segura y efectiva para enfrentar la crisis del sobrepeso en Estados Unidos.
Los peligros asociados a los medicamentos compuestos
Los medicamentos compuestos promovidos por Hims & Hers son alternativas personalizadas a los fármacos tradicionales. Si bien pueden ser útiles en ciertos casos, carecen del riguroso proceso de aprobación por parte de la FDA al cual están sujetos otros medicamentos convencionales. Esto implica que su seguridad y calidad no están garantizadas.
A pesar de las advertencias sobre los riesgos asociados con estos productos, Hims & Hers ha capitalizado la creciente demanda por medicamentos GLP-1 como Ozempic y Wegovy. La compañía ofrece semaglutida compuesta a menos de 200 dólares al mes, en comparación con el precio superior a 1,000 dólares para las versiones originales.
Un llamado a soluciones reales en salud
La controversia generada por el anuncio subraya un problema más amplio dentro del sistema sanitario estadounidense: la tendencia a priorizar soluciones rápidas en lugar de enfoques sostenibles basados en hábitos saludables. El movimiento MAHA resalta la importancia de una alimentación saludable y ejercicio regular frente a las propuestas farmacéuticas experimentales.
Como bien señaló Calley Means: “No tenemos una crisis de obesidad debido a la falta de Ozempic”. La crisis proviene más bien de un sistema que se beneficia del malestar físico en lugar de fomentar verdaderas soluciones para mejorar la salud. Hasta que se aborden las causas fundamentales del deterioro físico—como los alimentos procesados y estilos de vida sedentarios—los anuncios engañosos seguirán afectando negativamente a los consumidores.
Aunque el anuncio durante el Super Bowl logró captar atención mediática, también ha desencadenado un debate necesario sobre los riesgos derivados de priorizar las ganancias económicas sobre el bienestar humano. A medida que legisladores y defensores sanitarios demandan mayor transparencia y responsabilidad, queda claro que una verdadera salud proviene más bien del estilo de vida saludable que del uso indiscriminado de medicamentos peligrosos.