Tribunal neerlandés acepta caso contra Bill Gates por desinformación sobre vacunas COVID-19

Un tribunal en los Países Bajos ha dictado una decisión histórica al establecer que tiene jurisdicción sobre un caso presentado contra Bill Gates, cofundador de Microsoft, y Albert Bourla, CEO de Pfizer. Este caso se centra en alegaciones de declaraciones engañosas relacionadas con las vacunas contra la COVID-19, las cuales supuestamente han causado daños irreparables a la población.

Este fallo crucial permite que el proceso judicial avance, a pesar de los intentos del equipo legal de Gates por desestimar el caso argumentando cuestiones de jurisdicción.

Desafíos legales y avances

Antes de abordar las acusaciones centrales del caso, los abogados de Gates cuestionaron la autoridad del tribunal, sosteniendo que el asunto no caía bajo la jurisdicción legal holandesa. Sin embargo, el tribunal rechazó esta argumentación de manera contundente, confirmando su competencia para juzgar el caso.

Como resultado de esta decisión, Gates ha sido ordenado a pagar los honorarios legales de los demandantes, que ascienden a €1,406 (aproximadamente $1,520) en un plazo de 14 días.

Implicaciones del fallo

Este fallo representa un desarrollo significativo en el escrutinio continuo hacia los líderes globales de salud y sus roles durante la pandemia de COVID-19. La demanda fue iniciada por siete ciudadanos holandeses que afirman haber sufrido efectos adversos tras recibir las vacunas contra la COVID-19. Entre los demandados se encuentran Bill Gates, el ex primer ministro neerlandés Mark Rutte, miembros del Equipo de Gestión de Brotes de COVID-19 en los Países Bajos y el estado neerlandés.

Los demandantes argumentan que Gates, a través de su participación con la Fundación Bill y Melinda Gates y el Foro Económico Mundial, formó parte de una iniciativa global conocida como “El Gran Reinicio”, que supuestamente promovió la adopción de vacunas inseguras.

Expectativas futuras

El caso avanzará en una fecha aún por determinar, con los fiscales expresando confianza en sus argumentos. Aseguran que las pruebas que delinean las relaciones entre las fundaciones de Bill Gates y organizaciones como el Instituto Wuhan de Virología y los Institutos Nacionales de Salud (NIH), así como fabricantes clave de vacunas son “claras y contundentes”.

Según la fiscalía, el acceso temprano de Gates a información crítica sobre el virus SARS-CoV-2 plantea serias interrogantes sobre su papel en la respuesta global ante la pandemia. Se alega que Gates no solo minimizó evidencias que sugerían que el virus era creado por humanos, sino que también engañó al público e influyó en políticas que oscurecieron los verdaderos orígenes del COVID-19.

Responsabilidad potencial

Aunque Gates no ha sido hallado culpable de ningún delito hasta ahora, los fiscales sostienen que incluso si los orígenes del virus no fueran resultado de una creación o liberación intencionada, él y sus asociados deberían ser considerados responsables por lo que describen como “negligencia, incompetencia, desinformación y fraude”, factores que contribuyeron a la gravedad y duración de la pandemia.

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