Propuesta de prohibición del carne cultivada en Nebraska
El gobernador de Nebraska, Jim Pillen, ha presentado una iniciativa para prohibir la producción y venta de carne cultivada en el estado. Esta propuesta se enmarca dentro de un creciente movimiento nacional que se opone a los alimentos sintéticos, impulsado por agendas financiadas por multimillonarios y organizaciones globales como el Foro Económico Mundial. Con Florida y Alabama ya implementando restricciones similares, y otros diez estados exigiendo etiquetado claro, la resistencia contra la carne cultivada está ganando fuerza.
Pillen, quien es agricultor, ha justificado su propuesta como una defensa de los agricultores y ganaderos de Nebraska, quienes son fundamentales para la economía estatal. En una conferencia de prensa, afirmó: “Es importante que tomemos la ofensiva para que los agricultores y ganaderos de Nebraska no sean menospreciados”. La legislación, conocida como Proyecto de Ley Legislativo 246, buscaría prohibir la venta de carne cultivada en supermercados; sin embargo, los consumidores aún podrían adquirirla en línea para entrega a domicilio.
Preocupaciones sobre la salud asociadas a la carne cultivada
La carne cultivada, también denominada carne cultivada, se produce mediante el aislamiento de células animales que son desarrolladas en laboratorios utilizando una mezcla de químicos, hormonas de crecimiento y nutrientes. Aunque sus defensores argumentan que presenta beneficios ambientales, críticos alertan sobre sus posibles riesgos para la salud.
Julie Auch, representante republicana de Dakota del Sur, enfatizó el inquietante proceso detrás de esta carne: “Trece aminoácidos esenciales, glucosa, seis sales inorgánicas—que es otro nombre para químicos—y ocho vitaminas solubles en agua junto con suero sanguíneo son los componentes utilizados para producir esta carne”. La falta de estudios a largo plazo sobre los efectos en la salud del consumo de carne cultivada genera serias preocupaciones. A diferencia de la carne tradicional, que ha sido parte fundamental de la dieta humana durante milenios, las alternativas cultivadas son producto de biotecnología moderna, lo que plantea interrogantes sobre su seguridad y valor nutricional.
Un movimiento creciente contra los alimentos sintéticos
La propuesta del estado de Nebraska forma parte de un esfuerzo más amplio contra la carne cultivada promovida por figuras como Bill Gates y organizaciones globales. El gobernador de Florida, Ron DeSantis, quien prohibió este tipo de carne a principios del presente año, declaró: “Lleven su carne falsa a otro lugar. No vamos a permitir eso en el estado de Florida”. DeSantis presentó su decisión como un rechazo al objetivo del WEF de reemplazar las dietas tradicionales con alternativas sintéticas.
La iniciativa "Hacer América Saludable Otra Vez" del gobierno Trump, que prioriza alimentos naturales y limpios, se espera que impulse aún más este movimiento. Con Robert F. Kennedy Jr. preparado para liderar el Departamento de Salud y Servicios Humanos, hay optimismo respecto a que el gobierno federal tomará medidas decisivas para proteger el suministro alimentario estadounidense frente a lo que los críticos describen como una visión distópica del futuro.
La lucha contra la carne cultivada no solo busca proteger a los agricultores o preservar tradiciones; se trata también de recuperar el control del suministro alimentario frente a las mega-corporaciones y devolverlo a las pequeñas granjas familiares. Como expresó el gobernador Pillen: “Vamos a ser agresivos y no permitiremos que eso suceda con el resto de las industrias”.
A medida que Nebraska se une al grupo de estados que toman una posición firme contra la carne cultivada, el movimiento por priorizar alimentos reales y limpios sobre alternativas sintéticas continúa fortaleciéndose. A medida que los ciudadanos estadounidenses se vuelven más conscientes sobre los riesgos asociados con la carne cultivada, es probable que crezca la presión para proteger la agricultura tradicional y la salud pública.