Nuestros vecinos, Italia, se nos han adelantado y han propuesto fabricar cubículos de plexiglás, que podrían instalarse entre las sombrillas y las tumbonas. Por nuestra parte, el Gobierno ya ha advertido que las normas de distanciamiento "también se seguirán en las playas".
El Ministerio de Cultura y Turismo italiano ya se ha puesto manos a la obra, aunque el sector ha exigido un reglamento para que la población pueda ir a la playa, manteniendo siempre las medidas de seguridad.
Pero no solo eso, ya que el sector de la hostelería también ha pedido que se estudie su viabilidad en bares y restaurantes. "Después de observar el uso de estas estructuras divisorias en hospitales y residencias de ancianos, hemos pensado que también podrían usarse en las playas", ha explicado a los medios el responsable de ventas de la empresa Nuovaneon, Marco Giusti.
El promotor de la idea apunta que se trata de dispositivos portátiles fabricados con hierro o aluminio y pantallas de policarbonato o plexiglas, con unas dimensiones de 4,5 metros por lado y un acceso de un metro y medio de ancho.
Las pantallas divisorias también podría usarse en bares y restaurantes para separar a los comensales, en oficinas públicas o incluso en parques de bomberos, según el responsable de la empresa, que asegura que el Ministerio de Interior italiano ya les ha solicitado este material.