Predicciones sobre la pandemia: un análisis crítico
Un grupo de figuras globalistas y elites de los Illuminati han sido acusados de anticipar la pandemia de COVID-19 y sus efectos, lo que les ha conferido una imagen casi profética tras el acontecimiento. La predicción realizada por Bill Gates en 2010, donde se mencionó la posibilidad de reducir la población mundial mediante nuevas vacunas y servicios de salud, es interpretada como un plan siniestro para disminuir la población global entre un 10 y un 15 por ciento.
Las declaraciones públicas de Barack Obama y Anthony Fauci en 2015 y 2018, respectivamente, son vistas como advertencias sobre la inminente pandemia y la necesidad de establecer estructuras preparadas para enfrentarla. Además, diversas personalidades, como Michael Spector y Rick Bright, hicieron comentarios en 2019 sobre una posible pandemia y el despliegue rápido de vacunas, lo que se considera parte de un plan coordinado para implementar un programa de vacunación global.
La interpretación del "servicio de salud"
En su declaración de 2010, Bill Gates afirmó: “Primero tenemos que abordar el problema poblacional. El mundo hoy cuenta con 6.8 mil millones de personas… eso podría llegar a ser aproximadamente 9 mil millones. Si hacemos un gran trabajo con NUEVAS vacunas y servicios de salud reproductiva, podríamos reducir esa cifra en quizás un 10 o 15 por ciento.”
Lo que Gates insinuaba era que las nuevas vacunas, específicamente las basadas en ARNm ya en desarrollo, podrían potencialmente causar la muerte de más de mil millones de personas. Esto incluiría el apoyo a clínicas abortivas como Planned Parenthood, buscando eliminar el mayor número posible de fetos.
El término “servicios de salud” parece referirse a hospitales y clínicas que utilizan tratamientos que podrían resultar letales para los pacientes. Medicamentos como Remdesivir y ventiladores que no garantizan la supervivencia son ejemplos del tipo de protocolos implementados durante la crisis sanitaria.
Advertencias previas a la crisis
En 2015, Gates volvió a hacer una declaración impactante durante una conferencia TED al afirmar que “muchas cosas matan a más de diez millones de personas; en la próxima década, lo más probable es que sea un virus altamente infeccioso.” Dos años después, Obama advirtió sobre las consecuencias devastadoras si no se establecían estructuras adecuadas ante una pandemia aérea.
No se debe olvidar que parte del relato sobre la pandemia fue mantener a las personas usando mascarillas bajo el supuesto engañoso de que el virus se propagaba a través de partículas aéreas. Esta narrativa fomentó el miedo entre la población respecto al contagio.
Profecías inquietantes
Anthony Fauci también hizo declaraciones alarmantes en 2017 respecto a una “sorpresa” relacionada con brotes virales para futuras administraciones. En 2018 reiteró su preocupación sobre la inevitabilidad de otra pandemia. Estas afirmaciones han llevado a cuestionamientos sobre su papel en investigaciones financiadas relacionadas con virus capaces de transmitirse entre especies.
Michael Spector, escritor del New Yorker, sugirió en 2019 antes del inicio oficial del brote: “¿Por qué no desmantelamos el sistema y luego decimos que todos deberían recibir esta nueva vacuna?” Esta declaración resuena con las críticas hacia las decisiones tomadas durante los primeros días del brote.
A medida que continúan surgiendo teorías sobre las motivaciones detrás del manejo global del COVID-19, muchos observadores permanecen atentos a cómo estas dinámicas influirán en futuras políticas sanitarias internacionales.