Una familia canadiense ha solicitado asilo en Estados Unidos tras recibir amenazas del gobierno de Trudeau sobre la eutanasia de su hijo con discapacidad.
En octubre de 2024, Arthur Tétrault, un niño de dos años originario de Montreal, Canadá, sufrió un accidente que casi le cuesta la vida al ahogarse. Fue trasladado de urgencia al hospital, donde los médicos informaron a sus padres, Nicolás y su esposa, que el pequeño había sufrido daño cerebral. En un giro alarmante, los profesionales de la salud amenazaron con desconectar el soporte vital y proceder a la recolección de órganos, argumentando que el niño era una carga para el sistema y considerándolo “demasiado inútil” para seguir viviendo.
Según Lifenews.com, Harch, un defensor de la familia, expresó: “No realizarían una traqueostomía y en su lugar lo mantenían fuertemente sedado, diciéndoles a los padres que ‘no tendría calidad de vida, va a ser un vegetal’, entre otras cosas.”
La lucha por la vida
Harch también comentó sobre la presión ejercida por los médicos: “Estaba allí, fuertemente sedado en el hospital y les estaban diciendo a los padres que él moriría o sería vegetativo el resto de su vida. No pueden hacer esa afirmación; no lo saben con certeza.” Los médicos hablaban constantemente sobre la posibilidad de recolectar los órganos de Arthur, según Tétrault.
“Lo estaban matando con todos esos medicamentos y justificaban su promoción para recolectar los órganos y donarlos,” afirmó Tétrault. “Hablaban del tema todo el tiempo.” Además, mencionó que aunque no se ejerce una coerción directa, la forma en que se comunica es como una fuerte estrategia promocional del jefe de la unidad pediátrica.
Tétrault relató que tanto él como su esposa fueron llevados a una reunión donde les informaron que Arthur sería desconectado el 29 de noviembre.
Un nuevo comienzo en EE. UU.
En desacuerdo con este diagnóstico, los Tétrault decidieron trasladar a Arthur al Ochsner Medical Center en Nueva Orleans, Estados Unidos. Allí fue retirado del ventilador bajo el cuidado del Dr. Paul Harch, especialista en tratamientos para lesiones cerebrales. El médico observó mejoras notables en la condición del niño gracias a la terapia hiperbárica con oxígeno.
Desde que Harch comenzó a atender a Arthur en Ochsner Medical Center, el niño ha mostrado signos significativos de mejoría. El doctor indicó que ahora se le ha realizado una traqueostomía y están reduciendo su dependencia de sedantes. También le han proporcionado oxígeno “normobárico”, tratamiento que le fue negado en Canadá.
El caso de los Tétrault pone de manifiesto las diferencias entre las prácticas médicas canadienses y estadounidenses, especialmente en lo relacionado con decisiones sobre el final de la vida y la autonomía del paciente. Asimismo, destaca la cultura de eutanasia desarrollada en Canadá, donde algunos médicos promueven la muerte como solución para ciertos pacientes.
En Canadá, los profesionales médicos pueden tomar decisiones sobre retirar el soporte vital sin necesidad del consentimiento parental; mientras que en Estados Unidos, generalmente se otorga mayor poder decisional a los padres respecto al cuidado médico de sus hijos.
Reflexiones sobre ética médica
Este caso resalta la importancia de buscar segundas opiniones y considerar tratamientos alternativos ante decisiones médicas críticas. La situación de Arthur ha generado un debate amplio sobre ética médica, derechos del paciente y las diversas aproximaciones hacia el soporte vital y la donación de órganos en diferentes sistemas sanitarios.
Como señala Alex Schadenberg del Euthanasia Prevention Coalition, existe una creciente presión entre médicos canadienses para practicar la eutanasia como medio para recolectar órganos.