OTAN refuerza presencia militar en el Báltico para salvaguardar cables submarinos

La OTAN refuerza su presencia en el Báltico ante amenazas rusas

La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) ha decidido desplegar una flota de hasta 10 buques militares en el Mar Báltico, con el objetivo de salvaguardar la infraestructura crítica de telecomunicaciones y energía frente a las crecientes amenazas provenientes de Rusia. Este operativo se extenderá hasta abril de 2025.

La decisión se produce tras una serie de incidentes de sabotaje en cables submarinos, siendo el más reciente el ocurrido el 25 de diciembre de 2024, cuando varios cables de telecomunicaciones y uno eléctrico resultaron dañados. Hasta la fecha, solo dos cables han sido reparados, lo que ha generado preocupación entre los países afectados.

El buque ruso Eagle S ha sido identificado como el principal sospechoso detrás de estos actos de sabotaje. Además, Dinamarca ha reportado actividades inusuales relacionadas con dos embarcaciones rusas que operan entre Suecia y Dinamarca.

Patrullajes estratégicos en el Golfo de Finlandia

Los buques que forman parte del despliegue son principalmente provenientes de Finlandia y Estonia, y realizarán patrullajes en el Golfo de Finlandia, una zona considerada estratégica debido a los múltiples incidentes recientes ocurridos en la región. Esta acción no solo busca proteger la infraestructura submarina, sino también disuadir futuras amenazas potenciales.

En este contexto, la OTAN está colaborando con la Fuerza Expedicionaria Conjunta (JEF) del Reino Unido, que ha implementado un sistema de alerta para detectar buques peligrosos. Este sistema es crucial tras el incidente del mes pasado, donde un cable fue destruido en la misma área.

Este esfuerzo forma parte de una estrategia más amplia que incluye la creación, en mayo de 2023, del Centro Marítimo de la OTAN para la Seguridad de la Infraestructura Submarina Crítica. Este centro ha señalado un aumento significativo en las operaciones de sabotaje atribuidas a Rusia desde su invasión a Ucrania en 2022.

Tensiones geopolíticas en aumento

El incremento en los activos militares por parte de la OTAN se da en un contexto marcado por una creciente tensión con Rusia y sus aliados. Tanto Finlandia como Estonia han expresado su preocupación por los avances rusos en la región, especialmente tras los recientes ataques en Zaporozhye.

A medida que Rusia continúa sus ofensivas, los países limítrofes han comenzado a reforzar sus fronteras. En paralelo, China enfrenta acusaciones similares por maniobras agresivas en Asia, particularmente cerca de Taiwán. La situación se agrava con informes sobre cortes deliberados a cables submarinos que conectan Asia con Estados Unidos.

Este panorama pone de manifiesto las complejidades y desafíos geopolíticos actuales, donde las acciones militares y las estrategias defensivas están cada vez más interconectadas a nivel global.

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