En un contexto de creciente preocupación por la posible aparición de cepas resistentes de enfermedades, científicos del equipo detrás de las vacunas contra el COVID-19 de Oxford/AstraZeneca están desarrollando una vacuna contra la peste bubónica. Este avance se produce en un momento en que el Reino Unido carece de una vacuna específica para esta enfermedad, que a lo largo de la historia ha causado la muerte de aproximadamente 200 millones de personas en todo el mundo.
Recientemente, los investigadores han informado sobre los progresos realizados en su trabajo, destacando que un ensayo clínico realizado con 40 adultos sanos desde 2021 ha mostrado resultados prometedores. Según el profesor Sir Andrew Pollard, director del Grupo de Vacunas de Oxford, estos resultados serán sometidos a revisión por pares en las próximas semanas y se prevén más ensayos clínicos.
Un llamado a la acción
El profesor Pollard enfatizó que actualmente no existen vacunas autorizadas contra la peste en el Reino Unido, siendo los antibióticos el único tratamiento disponible. Aunque hay algunas vacunas aprobadas en Rusia, la situación actual plantea un riesgo bajo en el país británico. Sin embargo, es importante recordar que pandemias históricas con alta mortalidad fueron provocadas por pulgas en roedores y se propagaron entre humanos.
Recientemente, científicos militares del Reino Unido han instado a las autoridades a aprobar y producir vacunas en cantidades suficientes debido a que la peste sigue existiendo en diversas regiones del mundo y presenta un “potencial para una propagación pandémica”. En un artículo publicado en la revista NPJ Vaccines, los expertos afirmaron que es urgente acelerar el desarrollo de vacunas para prevenir futuros brotes desastrosos.
La amenaza persistente
La peste se transmite principalmente a través de pulgas que infectan a roedores y luego muerden a los humanos. La epidemia conocida como la Muerte Negra, ocurrida en el siglo XIV, acabó con aproximadamente la mitad de la población europea según algunas estimaciones. Esta enfermedad puede manifestarse como peste bubónica, pneumónica o septicémica; la forma bubónica tiene una tasa de fatalidad del 30% sin tratamiento y se caracteriza por ganglios linfáticos inflamados y dolorosos alrededor del sitio de la picadura.
A medida que aumenta el problema de la resistencia antimicrobiana, surgen cepas superbug que son difíciles de tratar con antibióticos convencionales. Este hecho subraya aún más la necesidad urgente de contar con una vacuna eficaz contra esta antigua pero persistente amenaza sanitaria.
La noticia en cifras
Cifra |
Descripción |
200 millones |
Total de muertes históricas causadas por la peste. |
40 |
Número de adultos sanos en los que se ha probado la vacuna. |
30% |
Tasa de fatalidad del peste bubónica sin tratamiento. |